La plantilla de Ence vuelve a las barricadas: "En pocos meses nos pueden cerrar"

Los trabajadores queman neumáticos y cortan al tráfico varias avenidas para pedir la continuidad del empleo ▶ Temen que la empresa pierda la batalla judicial, por lo que urgen "una solución"
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photo_camera Varias imágenes de la manifestación de los trabajadores. JAVIER CERVERA MERCADILLO

La amenaza del cierre y la agonía de ver cómo el tiempo pasa sin que lleguen alternativas al frente volvieron a movilizar este miércoles a los trabajadores de Ence en distintos focos de Pontevedra. La unión sindical pactada entre los dos comités de la empresa (el de la factoría y el de oficinas) hizo que la manifestación fuese respaldada por centenares de trabajadores, representantes del sector forestal y empresas auxiliares, que una vez más volvieron a vestirse los chalecos amarillos para urgir soluciones. La movilización tuvo menos momentos de tensión que otras concentraciones previas, pero fue intensa y sonora. 

Los manifestantes quemaron neumáticos y levantaron barricadas a primera hora de la mañana en las rotondas de O Pino y Celulosas, provocando largas retenciones de tráfico en viales anexos, como la autovía a Marín, la carretera de Vigo y la autopista. La marcha continuó después con concentraciones en las sedes de la Xunta, la Subdelegación del Gobierno y el Concello, las tres administraciones a las que reclaman una "implicación" real para desenquistar el conflicto laboral. En todas estas paradas hicieron sonar las vuvuzelas, explotaron petardos y lanzaron rollos de papel, aunque en esta ocasión los agentes policiales no tuvieron que intervenir para llamar al orden. 

INCERTIDUMBRE. Ence mantiene que recurrirá ante el Tribunal Supremo la reciente sentencia de la Audiencia Nacional que anula la prórroga de Costas, otorgada en 2016 por el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy hasta el año 2073. Sin embargo, la plantilla no las tiene todas consigo de que la batalla judicial dé sus frutos e incluso teme que la fábrica tenga que cerrar en un plazo breve de tiempo en el supuesto de que el Supremo ni siquiera admita a trámite el recurso. 

Ana Cedeira: "Todos queremos seguir trabajando aquí y se lo vamos a dejar claro a todos los políticos. Estamos en pie de guerra"

La presidenta del comité de oficinas, Ana Cedeira (de CC.OO.), advirtió de que, "si se ejecuta la sentencia, en pocos meses nos pueden cerrar la fábrica y parar la producción". Por ello, emplazó a las administraciones responsables a buscar "una solución" y a facilitar que ésta pase por la permanencia de Ence en Lourizán. "Todos queremos seguir trabajando aquí y se lo vamos a dejar claro a todos los políticos. Todos estamos en pie de guerra", señaló a las puertas de la Xunta. 

Los trabajadores consideran que el tiempo corre en su contra "más que nunca" y que la "amenaza de cierre" los aboca a seguir saliendo a la calle "más contundentes que nunca". "Llevamos año y medio movilizándonos, pero esa sentencia es nuestro viacrucis", subrayó la presidenta.

En su opinión, el Concello sigue siendo "el máximo responsable" de la incertidumbre que planea sobre la factoría, por haber sido uno de los que recurrió (junto a la APDR y Greenpace) la prórroga en los juzgados. Además, solicita a la Subdelegación del Gobierno que la mesa de diálogo prevista para septiembre cuente "con todas las partes" y demanda a la Xunta "que también forme parte" de ese encuentro a cinco bandas, entre los gobiernos local, autonómico y estatal, empresa y trabajadores. 

Pablo Bacariza: "A prioridade é que non cese a producción ata que se atope unha solución, porque se para, non volve arrancar"

SIN SOLUCIONES. El secretario del comité de la factoría, Pablo Bacariza (de la CIG), vinculó la movilización con la falta de respuestas ante la reunión solicitada al conselleiro de Economía, Francisco Conde, y con la carencia en general de información sobre las posibles hojas de ruta que se podrían seguir para salvar el empleo. "Vemos que saen declaracións nos medios, pero logo agóchanse e non temos noticia deles (...). Ninguén busca solucións", denunció en la entrada de la Subdelegación. 

A diferencia del otro comité, el de la factoría no cierra las puertas al traslado, pero considera que ahora mismo lo más urgente es lograr "que non cese a producción ata que se atope unha solución, porque se para, non volve arrancar". A su juicio, la posibilidad de seguir produciendo pasta hasta 2033 (año en el que se llegaría al tope de 75 que impone la ley para todas las concesiones) "desapareceu do horizonte" y en estos momentos el futuro de Ence depende única y exclusivamente de como se resuelva la sentencia que está sobre la mesa. "Non creo que Ence peche antes de que ter unha sentenza firme, pero si nuns meses, se o Supremo non admite a trámite o recurso". alertó. 

La empresa mantiene que no hay ubicaciones alternativas en Galicia para levantar una planta nueva de celulosas, ni siquiera con la palanca de las subvenciones europeas a las que apela el Gobierno. De hecho, ya ha avanzado que, si pierde la batalla judicial, cerrará Lourizán y desviará la producción a Navia (Asturias).

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