La pandemia no ha disuadido a todos aquellos que cada vez en mayor medida optan por opositar, sino que más bien ha diversificado todavía más el perfil de los que aspiran a conseguir una plaza en el sector público. De este modo, si hasta ahora el prototipo de opositor se situaba en una media de edad de entre 20 y 30 años, ahora cada vez más se constata la presencia de alumnos que acuden a las academias de preparación y que se sitúan entre los 45 y los 50 años.
Se trata sobre todo de "gente madura que ya tiene un trabajo pero que busca una mayor estabilidad laboral", tal y como asegura Conchi García desde la academia de Formación Alfer (Pontevedra). Aún así, la mayoría sigue siendo gente joven, como por su parte sostiene Antonio Reyes, de la Academia Premir (Santiago de Compostela): "Más del 80% de nuestro alumnado es gente de entre 20 y 30 años. Es cierto que hay cuerpos muy particulares —como el de inspectores sanitarios— que ya implican un rango de edad mayor, porque son gente que lleva ya décadas trabajando con su plaza y ahora quiere subir. Pero en términos generales, la mayoría sigue siendo gente joven".
En cualquier caso, jóvenes y mayores optan en igualdad de condiciones a las 2.354 plazas convocadas por la Consellería de Educación (cuyos procesos selectivos se celebrarán en 2021) y a las 4.600 de los Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil). Los exámenes de estas últimas, tal y como confirma Juan Feal —Agrupación Feal (Pontevedra)— están previstas para los días 24 y 25 de octubre tras el retraso a causa de la pandemia. Feal destaca que, en el caso concreto de la Guardia Civil, "las plazas ofertadas son porcentualmente un 115% más que en el año anterior".
A estas alturas ya deberían estar fijadas las fechas y convocatorias de las plazas de Administración por parte de la Xunta y de cuerpos médicos del Sergas. Pero, como sostiene Conchi García, están a la espera: "Este año entre las elecciones, la pandemia y los exámenes pendientes de anteriores convocatorias, todavía hay muchas por convocar".
MATRICULACIONES. Entre tanto, los opositores siguen a la espera y estudiando sin descanso en el nuevo entorno virtual post-pandemia. Tal y como constatan los profesores consultados, el nivel de matriculaciones se mantiene estable este año, pero lo que cambia es el modo en el que se ejecutan las clases. "El interés por opositar siempre está ahí", concluyen desde Alfer.
Tras el periodo de cierre durante los meses de confinamiento, las academias volvieron a abrir para prestar sus servicios entre la presencialidad y la formación telemática. En unos casos la opción es subir los contenidos a una plataforma red —"con lo cual no cambia demasiado la dinámica"— pero en otros, como en Premir, han reconvertido sus instalaciones en platós de grabación para ofrecer clases en directo. Antonio Reyes reconoce que "hemos llegado a un punto en el que ya nos sentimos cómodos en la nueva normalidad".
Trabajos inciertos
Hay quien, en contraposición, ya tiene un puesto fijo en el sector privado pero ve con incertidumbre el futuro. Es el caso de L.R., empleada en el sector de la Gestoría Empresarial y que se plantea a medio plazo opositar "porque el día de mañana no me gustaría verme en la calle si la empresa me despide a causa de la crisis que se avecina". Intentará, llegado el momento de tomar la decisión, compaginar estudio y trabajo.
