El pasado martes entró en vigor el Decreto 970/2020 por el que se modifica el Reglamento General de Circulación y cuya principal novedad es la reducción de 50 a 30 km/h de la velocidad máxima en vías urbanas de un solo carril.
A pesar de la habitual lentitud de los conductores a amoldarse a los cambios (especialmente cuando se trata de una disminución de los límites), la Jefatura Provincial de Tráfico no tiene previsto una campaña específica de vigilancia sobre la nueva norma. Al menos, por ahora.
Su responsable en Pontevedra, Paula Yubero, apuntó este miércoles que "ahora mismo estamos con una campaña centrada en las vías interurbanas y no hay ninguna en agenda sobre esta nueva normativa". No obstante, no lo descartó en el futuro "pues las condiciones de movilidad van variando y se irá viendo sobre la marcha".
Yubero compareció junto a Maica Larriba, subdelegada del Gobierno, para explicar los detalles del cambio en los límites de velocidad. Una medida "que persigue el claro objetivo de reducir la mortalidad y la siniestralidad vial, garantizar la fluidez de los desplazamientos y reducir el impacto negativo de la circulación de vehículos en la calidad del aire", apuntó esta última.
Reconoció que Pontevedra fue un concello pionero en implantar esta medida en el año 2010 y que su experiencia "la habrán tenido en cuenta los técnicos para diseñar los cambios", si bien puntualizó que "como también la de otras ciudades de España".
BAJAN LOS ACCIDENTES. Maica Larriba aprovechó la comparecencia para desglosar los datos de siniestralidad de este año, "que están siendo muy buenos", aunque insistió en apelar a la prudencia de los ciudadanos en las carreteras ante el incremento de la movilidad vial, sobre todo tras el fin del estado de alarma.
"Hay que seguir siendo prudentes" ante el progresivo incremento de la movilidad en las carreteras que se espera en las próximas semanas. "Se aproximan fechas en las que se va a incrementar de manera exponencial la movilización y por lo tanto no podemos bajar la guardia", añadió.
En la comparativa de este inicio de año con el mismo periodo de 2019 ("tomar como referencia 2020 generaría distorsión por los efectos que tuvo el confinamiento sobre la movilidad"), se constata que el número de accidentes con víctimas en vías interurbanas bajó un 33% y los fallecidos pasaron de 11 a 7 personas, lo que supone un descenso del 36%.
También se ha reducido el número de heridos graves con un descenso del 50% y los leves «han caído un 40%».
