Aunque la transición ecológica y el avance de la tecnología están generando nuevas oportunidades laborales, los sectores tradicionales, más intensivos en mano de obra, siguen siendo un gran motor de empleo en Galicia.
Basta con revisar las ofertas del portal de empleo de la Xunta para constatar que las empresas andan faltas de albañiles, encofradores, mecánicos, electricistas, fontaneros, camareros, cocineros y conductores de camiones, furgonetas, excavadoras y de todo tipo de vehículos pesados. También son muy demandados los profesionales de la enfermería, cuidadores de dependientes, fisioterapeutas y asistentes domiciliarios para atender a una población que cada vez peina más canas en una comunidad cuyo sector público acusa, además, la escasez de médicos que lastra a toda España.
El déficit de mano de obra especializada en oficios tradicionales es tal que, en el agro, se buscan peones para el manejo de cerdos, vacas y para tareas de ordeño y desinfección de cuadras, además de motoserristas, operadores de procesadoras y trabajadores para desbroces o reforestaciones.
En la provincia de Pontevedra, la rama del transporte y el almacenamiento fue la que más empleo generó en 2022: 2.300 puestos más que en 2021, lo que representa un crecimiento del 11,9%. A corta distancia, la educación, que creó otros 2.200 tras experimentar un avance del 10,4%. Otros tantos empleos emergieron en las actividades financieras e inmobiliarias (+4,3%), en tanto que el área sanitaria y de servicios sociales sumó 2.100 trabajadores el año pasado (+6,9%). Son datos destacados visto que, en conjunto, el ritmo al que creció la ocupación en el mercado pontevedrés fue del 2,4%.
El abandono del rural y la dificultad para encontrar mano de obra explican que, en la provincia, el agro –que sostiene 8.600 puestos– viese caer un 1,1% el número de ocupados. Y lo cierto es que hay demanda en toda Galicia.
"Onde temos máis necesidade é no sector do leite. Temos que cambiar a percepción que hai cara á gandería como un traballo moi duro, que require de máis esforzo físico ca outros, pois é unha visión alonxada da realidade visto o mecanizadas que están as explotacións". Es el análisis que hace Óscar Pose, el responsable del sector lácteo de UU.AA., que explica que esas dificultades para encontrar profesionales han llevado a que "nos últimos anos se disparasen as compras de robots para muxir", el trabajo en el que se invierten más horas.
Además de insistir en que hoy los trabajadores del lácteo tienen sus vacaciones, descansos, jornada laboral pautada y formación, Pose apunta que la retribución de un peón ronda los 1.200-1.300 euros "e de aí para arriba". "Contrariamente ao que se di, para nós a subida do SMI non é un problema. A maior parte dos traballadores cobran por enriba", concluye.
Si entre 2003 y 2007 el forestal echó mano de los contingentes de trabajadores extracomunitarios regulados por el Ministerio de Trabajo para contratar a ciudadanos de Perú o Rumanía (ingresó en la UE en 2007), ahora el déficit de profesionales vuelve a minarla competitividad del sector.
"Faltan, sobre todo, motoserristas e operadores de maquinaria pesada coma as procesadoras ou os autocargadores", señalan desde el sector maderero en alusión a una carencia que es común a toda la comunidad. ¿Por qué? La despoblación del rural es la principal causa a la que alude la representante de la patronal de empresas de primera transformación, que señala que el potencial de expansión se ve coartado. "Algunhas empresas xa non se plantean o crecemento porque, cando teñen unha xubilación, non saben como cubrila", avisa. Rodríguez sostiene que los salarios "están por enriba do que marca o convenio e son bastante apetecibles", lo que justifica en que "a perigosidade" de algunas tareas exige una formación que se premia a nivel retributivo.
Para suplir la falta de relevo, algunas patronales impulsan con la Xunta itinerarios formativos a la carta para las empresas. Por ejemplo, Asime ha activado un programa para instruir a un centenar de personas en soldadura, tubería industrial, administración o logística y conducción de carretillas elevadoras. El 35% de las empresas del metal gallego precisa personal. Faltan unos 800 trabajadores para cubrir los contratos y pedidos vigentes y 1.500 para fichar "de forma permanente".
También ofrece 1.490 plazas en cursos subvencionados la Fundación Laboral de la Construcción de Galicia. "El sector no resulta atractivo para los jóvenes. Debería haber ciclos específicos de FP que faciliten la incorporación al mundo laboral. Además, los salarios no son la flor de la huerta: rondan los 18.000 euros brutos para un oficial de primera", refiere Carlos García, de UGT. A su juicio, otras claves son "instaurar la jornada de verano" y seguir mejorando las condiciones en las obras.
Carreras
Avanzar más en la formación de perfiles STEM –ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas– y de técnicos de FP es el principal reto que afronta Galicia, con una tasa de paro del 10,6%. Así lo indica el responsable en la comunidad del grupo especializado en recursos humanos Randstad, Rubén Manso, que opina que, para captar trabajadores, los sectores intensivos en mano de obra deben "hacer más atractivos los puestos" y que les tocará apostar por "la robotización y la automatización" para depender menos de la fuerza de trabajo.
Es el caso de la conserva, donde el personal copa gran parte de los costes de producción y no se encuentra "remplazo al 100%" para las jubilaciones.
Renovables y teleco, grandes filones de empleo
La directora de estudios de Infojobs, Mónica Pérez, señala que las tecnologías de la información brindan buenas perspectivas para expertos en informática y teleco con la digitalización de las pymes. Randstad suma las renovables, con el boom del autoconsumo y el desarrollo eólico.
En los últimos meses, las empresas gallegas que recurrieron a Infojobs buscaron sobre todo repartidores, peones para la industria, teleoperadores, comerciales, agentes de atención al cliente, dependientes, asistentes de venta, mozos de almacén, camareros y agentes inmobiliarios.
"La venta de vehículos ha retrocedido y la reparación no para de crecer"
Con más de 20 años de experiencia en el sector de la reparación de vehículos y un lustro en el de seguros y venta, el Grupo Gallardo se ha convertido en un referente en la comarca de Pontevedra.
Actualmente, este negocio está viviendo los dos lados de una misma moneda: en la parte de la reparación, con un crecimiento imparable, y en la de la venta con un "parón total".
El motivo de esto último no es otro que "la incertidumbre que ha generado la guerra de Ucrania, el tema de los chips de los coches, que no hay... son un montón de factores que al final influyen", explica el dueño, Nemesio Gallardo.
¿Y qué provoca todo esto? Pues que a día de hoy "sobren trabajadores" en este sector. "Ahora mismo no se cumplen objetivos ni expectativas y está sobrando gente. A mí me envían currículums de vendedores todo el rato", reconoce el empresario.
No ocurre lo mismo en los talleres. "Tal y como están de encarecidos los coches nuevos y de ocasión, la gente está aprovechando para repararlo todo. Tenemos una carga en los talleres como nunca antes habíamos tenido", apunta Gallardo, que también confirma que "aquí sí que se necesitan empleados y no hay la suficiente gente para cubrir toda la demanda de puestos que hay. Ni hay gente, ni está preparada ni formada".
"Con lo que nos estamos encontrando ahora es con que el sector de la venta está parado, o incluso haya retrocedido, y el de la reparación no pare de crecer", añade el propietario.
Actualmente, el Grupo Gallardo está formado por seis trabajadores fijos, "aunque normalmente somos cinco en la parte de reparación, dos en la de concesionario y después una más en la correduría de seguros.
"El sector Fintech no ha dejado de expandirse y de diversificarse"
La empresa Qbitia Grupo Solventis llegó al mercado en el año 2011, y en la actualidad, con alrededor de 25 empleados en su plantilla, es un referente en el sector tecnológico a nivel internacional.
El CEO de la empresa, Luis Taboada, reconoce que "el sector Fintech se encuentra en una fase de crecimiento continuado", ya que, "desde el año 2010 no ha dejado de expandirse y diversificarse con la aparición de empresas que ofrecen soluciones cada vez más especializadas en todos los niveles".
"Los servicios en la nube, la inteligencia artificial, el big data o la tecnología blockchain, entre otras innovaciones, han contribuido a transformar todo el ecosistema financiero, no solo impactando en las empresas consolidadas sino allanando el camino para la aparición de nuevos modelos de negocio. Y la pandemia de 2020 no ha hecho más que impulsar su crecimiento, al dar el espaldarazo definitivo a la digitalización a nivel global, una tendencia en la que se seguirá profundizando a corto plazo", añade.
En cuanto a la demanda de trabajadores, Taboada asegura que "no ha dejado de crecer año tras año, hablándose incluso de que llega a triplicar a la de otros sectores".
"Esto ha traído consigo una cierta dificultad para reclutar talento por parte de las empresas, incrementando la competencia por contratar perfiles técnicos, como ingenieros y desarrolladores de software, tanto a nivel nacional como internacional. De ahí que una de las claves del éxito de las empresas Fintech sea precisamente esa, la gestión del talento. En caso contrario, el crecimiento global del sector podría verse afectado", concluye el pontevedrés.
