Los transportistas dudan de la eficacia de la rebaja del peaje para no saturar otras vías

Más de 100.000 usuarios particulares de la autopista en la provincia podrán beneficiarse directamente de los descuentos con el telepeaje
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photo_camera Imagen de uno de los peajes en la AP-9 gallega. JAVIER CERVERA- MERCADILLO

Algo más de 100.000 usuarios de dispositivos de pago electrónicos para la autopista en la provincia de Pontevedra podrán beneficiarse de los descuentos que el Ministerio de Fomento aplicará desde este mismo fin de semana. El telepeaje es ahora mismo utilizado por uno de cada cinco conductores censados en la provincia, si bien la necesidad de tenerlo para ser beneficiario de las bonificaciones en el peaje podría disparar su contratación.

Los nuevos precios podrían aliviar de tráfico las vías alternativas a la AP-9 entre Pontevedra y Vigo (por Vilaboa y a través de la N-550), si bien el sector del transporte señaló ayer que no sucederá así, debido a que estos descuentos son "insuficientes".

Lo expresaron de esta manera diversos portavoces del Clúster de la Función Logística de Galicia y de las principales asociaciones de transporte de mercancías por carretera de Galicia (Fegatramer, Apetamcor y Fetram).

Las cuatro entidades opinan que los peajes suponen «un problema de seguridad vial, de sostenibilidad y de competitividad de las empresas gallegas» ya que, a su entender, existe una situación de "desequilibrio" a lo largo del territorio español.

Así, sostienen que el mes que viene, con la finalización de la concesión y consecuente levantamiento de los peajes en la AP-7 y la AP-2, Zaragoza-Mediterráneo, un tercio de los kilómetros de peajes estatales se situarán en Galicia.

"Una situación gravemente perjudicial para la economía gallega que ve como los productos aquí producidos son menos competitivos por tener unos costes de desplazamiento un 50 % superiores al resto del Estado como consecuencia de los peajes", detallan.

Además, el sector del transporte y la logística incide en la necesidad de que, en caso de implantarse un sistema de cobro por el uso de las autovías, este no perjudique a los territorios periféricos, tal y como recoge la misma normativa europea que acepta y aconseja el cobro de peajes por el uso de autopistas para que estos territorios tengan una consideración especial para no ver perjudicado su desarrollo económico.

La autopista gallega registra anualmente cerca de 95 millones de tránsitos, además de casi ocho millones más de recorridos entre peajes a cargo de vehículos pesados.

Tráfico se mantendrá vigilante respecto a posibles incrementos notables de viajeros en la autopista, donde ahora mismo están establecidos con carácter fijo un total de seis controles de velocidad con radares estáticos y de tramo.

Radares. En A Coruña, los radares fijos están situados en los kilómetros 31 (limitado a 90 km/h en el túnel de O Sartego, en (Ferrol), y en el 83 (limitado a 120 km/h en Teo, Santiago). Por su parte, en Pontevedra hay radares en el kilómetro 131 (limitado a 120 k/h), en el 149 (limitado a 100 km/h entre los túneles de Candeán y A Madroa, en Vigo), y los dos situados a la entrada y salida de Vigo, uno a la altura de la calle Buenos Aires y otro a la altura de García Barbón, (ambos limitados a 100 km/h).

Aunque se barajó la posibilidad de instalar otro radar permanente en el puente de Rande, finalmente se optó por no activarlo, al menos de momento.

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