El caso de Carlos

Los trasplantes, unos "regalos que dan vida"

Carlos Sánchez, un pontevedrés al que le implantaron un hígado que le devolvió la alegría de vivir, relata su caso y hace hincapié en la necesidad de que aumente el número de donaciones
Carlos Sánchez y su mujer en la Pontevedrada
photo_camera Carlos Sánchez y su mujer en la Pontevedrada

"Nadie sabe si algún día va a necesitar la donación de un órgano para seguir viviendo". Con esta advertencia, Carlos Sánchez, un pontevedrés al que la generosidad de un donante le devolvió la calidad de vida que le había robado la Hepatitis C, hace hincapié en la necesidad de promover este tipo de acto solidario. Con motivo de la celebración del Día Nacional del Trasplante, que se conmemoró este miércoles, Sánchez recuerda que "hay mucha gente que necesita un trasplante que le dé la vida y que, por desgracia, se queda en el camino".

El Día Nacional del Trasplante tuvo un significado especial para este receptor pontevedrés de 53 años, que agradece y elogia la labor que desempeñan las personas que forman parte de la cadena que comienza con la extracción del órgano y que finaliza con su implantación al receptor en el quirófano. También destaca el trabajo que realizan colectivos que promueven la captación de donantes, entre los que se encuentran la Asociación de Donantes y Receptores de Vigo (Adrovi), la Pontevedrada (peregrinación anual a Santiago) y la Asociación Deporte y Trasplante España. "Realizan una labor inestimable de difusión y captación de donantes", apostilla Carlos. "Aunque no les conozca, siempre tengo presente a mi donante y a su familia, que ha tenido que tomar la decisión en su momento", asegura, tras haber superado una situación de extrema gravedad.

AFORTUNADO. Carlos, que se considera "la persona más afortunada del mundo", asegura que "en ese momento pensé en la persona que me donó el órgano. Lo tendré presente toda la vida". Afirma que desde que recibió el órgano no ha dejado "ni un solo minuto" de tratar de concienciar a la gente sobre la necesidad de donar "para darle a mucha gente una nueva vida".

"Los receptores estamos tan agradecidos que nos cuidamos al máximo e intentamos llevar un vida saludable para proteger nuestro órgano como el regalo tan preciado que nos han dado: el de la vida".

Carlos lleva una vida normal repleta de actividad física, con entrenamientos cinco días a la semana dirigidos por Sonsoles Hernández, especializada en el adiestramiento de personas trasplantadas. "Mientras el deporte sea un beneficio, estoy encantado de la vida".

A medida que iba pasando las revisiones (tendrá la próxima el 5 de abril) empezó a trotar "según me iba pidiendo el cuerpo". Ahora esta preparado para darle al mundo una lección de superación personal: participará en los Juegos Nacionales para Trasplantados, que comenzarán el 29 de abril en la localidad murciana de Lorca.

"Soy la persona más afortunada del mundo. Tendré presente toda la vida a quien me donó el órgano""Los receptores nos cuidamos al máximo e intentamos llevar una vida saludable para proteger nuestros órganos"

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