Uber Eats se queda hasta el 30% de la cuenta por cada pedido de comida a domicilio

Decenas de restaurantes se suman en la ciudad a la moda del 'delivery' y muchos de ellos suben los precios de su carta online para poder asumir los costes que imponen las plataformas
Un repartidor de Uber Eats en A Ferrería durante el temporal del pasado jueves. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Un repartidor de Uber Eats en A Ferrería durante el temporal del pasado jueves. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Encargar la cena a través de una app y tenerla en casa en media hora. Sin quitarse las zapatillas ni coger el paraguas. Todo desde el sofá. Es el plan que proponen plataformas como Uber Eats, Just Eat o Glovo y que supone para los restaurantes asociados un coste que asciende hasta el 30% de la cuenta, que es para la multinacional encargada del reparto.

El 'delivery' se consolida en la ciudad con más de veinte repartidores

"Eso te obliga a subir los precios en la carta que ofreces a través de esas aplicaciones para poder ajustar", cuentan en uno de los locales de restauración asociados. Otros, que prefieren no dar su nombre, aseguran que el coste del servicio es "algo abusivo", aunque la mayoría de los locales están contentos con el servicio, que ha ampliado su clientela. Por su parte, una de las plataformas que realizan entregas a domicilio, Deliveroo, explica que su app ayuda a dar visibilidad a los restaurantes, además de incrementar sus ingresos en "hasta un 30%". Los repartidores que trabajan para estas plataformas lo hacen, en muchos casos, como falsos autónomos. Los más afortunados están contratados por empresas que gestionan el servicio a modo de subcontrata y les pagan un salario mínimo más entre 30 y 75 céntimos por entrega. La flota de riders en Pontevedra es de 20.

Actualmente, 28 locales de restauración operan con Uber Eats, que se encarga de llevar los pedidos a los domilicios sin que el restaurante tenga que contratar a un repartidor. La multinacional propone crear un equipo de repartidores que presten este servicio a los locales de una ciudad adscritos.

Uber Eats desembarcó en la ciudad en el mes de mayo y en este tiempo ya cuenta con 28 locales asociados y 19 repartidores

Uber Eats llegó a Pontevedra en mayo y en estos siete meses ya se ha sumado casi una treintena de locales. "Al principio funcionaba un poco mal porque había muy pocos repartidores, entonces preparábamos los pedidos y podíamos estar una hora esperando a que vinieran a recogerlos, en alguna ocasión incluso tuvimos que llamar a los clientes para disculparnos y estos anularon la comanda", explican en el restaurante Peregrinus.

Glovo, que también opera en Pontevedra, tiene 11 locales asociados y Just Eat, 18. Aún así, este último funciona simplemente como espacio para publicitar cada uno de los locales que cuentan con servicio a domicilio propio, de modo que el restaurante tiene que tener a su propio repartidor contratado. Algunos de los restaurante que ya cuentan con repartidores propios y estaban en Just Eat, se han sumado ahora a Uber Eats. "Hacemos los pedidos de Just Eat con nuestro propio repartidor y de los de Uber Eats se encargan sus riders", cuentan en la pizzería Dolce Vita. "Al principio hubo un boom con la llegada de Uber, pero ahora se estabilizó", explica el encargado del establecimiento.

LOS RIDERS ATIENDEN MÁS DE 300 PEDIDOS EN LA CIUDAD LOS SÁBADOS POR LA NOCHE

Los repartidores aseguran que la carga de trabajo varía mucho en función del día de la semana. "Un lunes puedes pasarte cuatro horas esperando pedidos y hacer solo tres, sin embargo un sábado puedes llegar a realizar hasta 22", explica uno de los riders de Pontevedra, Marcos Crespo. Esto implica que en solo una noche de sábado Uber Eats puede llegar a realizar más de 300 entregas de comida a domicilio en Pontevedra.

A las comandas que en un fin de semana normal puede atender un restaurante de la ciudad, ahora se suman los pedidos que llegan a través de apps como Uber Eats o Glovo. De este modo, los restaurantes ven ampliada la demanda de platos con la irrupción del delivery. La conjunción perfecta para que los pedidos a domicilio se disparen es el mal tiempo y las noches de fin de semana.

"Una noche de sábado podemos atender entre 15 y 20 pedidos", aseguran en el asador O Fanal. En Dolce Vita, la noche de más trabajo es también la del sábado, con en torno a 25 pedidos, "aunque hay tardes de domingo en las que también se pide mucho, especialmente en días de frío y lluvia".