La Udyco constata que Castor tenía un nivel de vida que no se correspondía con los ingresos que declaraba

Los agentes explicaron cómo logaron desarticular la mayor red de distribución de heroína del Noroeste Peninsular 

La segunda sesión del juicio se celebró este miércoles en la Audiencia Provincial de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera La segunda sesión del juicio se celebró este miércoles en la Audiencia Provincial de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

La segunda sesión del juicio contra la mayor red dedicada al tráfico de heroína en el Noroeste Peninsular giró en torno a las declaraciones de los agentes de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría de Pontevedra, que relataron los pasos que les condujeron hasta el alijo de 56 kilos de droga que decomisaron oculto en un Porsche Cayenne el Día del Padre de 2016. 

Los policías de la Udyco que han comparecido aseguraron que el principal acusado Castor Manuel G.G. se dedicaba al tráfico de heroína en grandes cantidades en contacto con ciudadanos de Europa del Este. 

Los agentes explicaron el resultado de toda una serie de vigilancias, seguimientos y escuchas telefónicas, que arrojaron como resultado que el matrimonio formado por los vecinos de Mos Castor Manuel G.G. y María del Carmen C.D. tenía un nivel de vida que no se correspondía con los ingresos que declaraban legalmente y hacían continuos viajes por todo el territorio español y desplazamientos a Turquía "una de las grandes potencias en el tráfico de heroína", han abundado. 

Además, señalaron que este acusado adoptaba fuertes medidas de seguridad en su vida diaria, utilizaba para comunicarse móviles portugueses y se relacionaba habitualmente con personas vinculadas con el tráfico de drogas en España y Portugal. 

Las diligencias de investigación de la Policía concluyeron en el año 2016 con el decomiso de un Porsche Cayenne cargado con 54 kilos de heroína valorada en 2,5 millones de euros en el mercado ilícito. 

Por todo ello la Policía Nacional concluyó que Castor G.G. "se dedica única y exclusivamente al tráfico de drogas" y no al negocio de compraventa de coche, como él afirmó durante su declaración ante el tribunal. 

Durante la segunda sesión del juicio también declararon otros dos de los seis acusados, José R.R. y Marcos Antonio G.B., considerados por fiscal antidroga de Pontevedra, Pablo Varela, como "el último eslabón" de este grupo de narcotraficantes. Estos procesados sólo respondieron a las preguntas de sus abogados defensores y negaron los hechos que les atribuye el fiscal.

SEGUIMIENTOS. Los seguimientos policiales lograron interceptar conversaciones en las que hablaban de "los turcos", a lo que Marcos explicó que se refería a unos vecinos de Noia a los que compraban vieiras en una operación en B que realizaba para complementar la jubilación que recibía de su etapa como agente de la Guardia Civil —18 años—. 

Por su parte, José R.R., con antecedentes penales por hechos relacionados, también reconoció conocer a Castor G.G. y su esposa, pero niega cualquier relación con el tráfico de drogas. "Me di de alta en la actividad de compraventa de coches y me dedico a eso", ha dicho que hizo tras salir de prisión, . 

Rinush G. se enfrenta a la pena más elevada, 18 años de prisión por narcotráfico y falsedad. Para Castor Manuel G.G. el fiscal pide 17 años y para su mujer, 15 años. También reclama una condena de 11 años para el albanés Sokol R. y los gallegos José R. R. y Marcos Antonio G. B..