Ramón Vidal Trillo resultó este viernes elegido como secretario comarcal de UGT en Pontevedra y O Salnés. Lo hizo por primera vez con el cien por cien de los apoyos de los 17 delegados de la Unión General de Trabajadores que acudieron a la asamblea que tuvo lugar en el salón de actos del edificio de Pasantería. El acto no pudo celebrarse finalmente en el Pazo da Cultura, como se pretendía en un primer momento.
El sindicalista, que ocupa el cargo desde 2005, repetirá con los mismos miembros que hasta ahora mantenía la dirección de UGT. El mandato será durante los próximos cuatro años. "É unha responsabilidade moi grande, case de vertixe", asegura Vidal Trillo a Diario de Pontevedra, al que asegura que una de las líneas de trabajo prioritaria de la central será la de estar atentos a la crisis generada por la pandemia del coronavirus en el mercado laboral.
La subida del salario mínimo interprofesional y la derogación de la reforma laboral marcarán la nueva etapa del responsable comarcal de UGT, que considera que la clase trabajadora no puede pagar los platos rotos que deja el covid-19. "Nesta pandemia houbo moitos sectores e empregos esenciais que deron o mellor de si, incluso a súa vida, para facer fronte ao virus", dijo Vidal Trillo en relación a la importancia de preservar los servicios públicos, como la sanidad, de los recortes y de políticas que apuestan por las privatizaciones.
PERFIL. Ramón Vidal Trillo (Noia, 1962) asumió el bastón de mando de UGT hace 16 años. Sustituyó en el cargo a Domingo Barros, que en su día recogió el testigo de José Antonio García Lores 'Cáceres', exedil del PSOE en Pontevedra. El noiés, que lleva media vida viviendo en la capital de las Rías Baixas, es maestro. Pero su centro de trabajo es el centro de menores Avelino Montero, que depende de la Xunta.
Los recortes en las horas sindicales le hicieron perder la condición de liberado sindical y el 6 de diciembre de 2012, Vidal Trillo se reincorporó a su puesto en el Avelino Montero, en el que es educador. Esta situación de compaginar su faceta laboral con la sindical era inaudita para un secretario comarcal en Galicia. Finalmente, el sindicalista recuperaría su condición de liberado en 2014, 20 meses después de perderla.
