Ultreia culminó este domingo su quinta edición batiendo todos los récord. Por primera vez, la marcha-trail que discurre entre Tui y Pontevedra superó la barrera de los 400 participantes y, aunque cruzar la línea de llegada no es ni mucho menos el objetivo de la iniciativa, también fue la ocasión en la que más caminantes llegaron a la calle de O Gorgullón, al punto y final del recorrido.
Salvo unas breves lloviznas caídas a primera hora, las condiciones meteorológicas acompañaron durante toda la jornada y el tiempo del primer corredor en aterrizar en Pontevedra también fue de récord: nada más y nada menos que 4 horas, 30 minutos y 12 segundos, la mejor marca de las ediciones que se han celebrado desde 2018. ¿Su autor? Aitor Montero Buján, un joven de Vigo que se estrenó en la Ultreia para coger tono en las carreras de distancias largas y para cumplir un objetivo que alcanzó con puntualidad británica. Su meta era "rodar en cuatro horas y media".
La marcha, promovida por Diario de Pontevedra y la Agrupación Deportiva HQR!, partió a las 09.00 de la mañana de la plaza San Fernando de Tui, bajo la atenta mirada y no pocos vítores de los tudenses. El lema elegido para este año era ‘resistir es ganar’, aunque con el importante matiz de que, a diferencia de otras convocatorias, Ultreia solo fomenta una competición: la de uno consigo mismo.
El estilo es libre, no existen las categorías y una vez más la ‘andaina’ ofreció cuatro opciones de recorrido: el corto (18 kilómetros desde Tui a Redondela), el medio (33 hasta Redondela), el largo (40 hasta Arcade) y el Ultreia (52 hasta Pontevedra). El trayecto comprendió siete puntos de avituallamiento en los que, además de poder reponer fuerzas, los participantes tenían la opción de coger un autobús de regreso a Pontevedra.
El propósito es que todo el mundo pudiera adaptar la caminata a sus condiciones, tanto aquellos que buscaban hacer un buen tiempo como los que acudieron con un espíritu más de ocio. Ultreia es un reto, pero también una jornada de convivencia, accesible para cualquier tipo de persona. De hecho, la flexibilidad en el cumplimiento de las etapas, junto a la organización, el bajo coste de la inscripción y el paisaje, fue de las cosas mejor valoradas por los corredores.
Las experiencias
El objetivo de Ultreia siempre ha sido doble: poner en valor el Camino de Santiago y fomentar la práctica deportiva en un entorno amable. Sin embargo, para los corredores, hay muchos otros factores que hacen de esta marcha una cita especial.
Carolina Otero y María Pérez, dos vecinas de Mos de 45 y 46 años, fueron las segundas en completar el recorrido. Lo hicieron a las seis horas y media, pero lo cierto es que podrían haber rebajado bastante la marca si no fuera por los choripanes que se servían en uno de los puntos de avituallamiento, otro de los triunfos mejor valorados por los participantes.
Ninguna de las dos quiso avanzar más sin catar semejante manjar, por eso sumaron a la cuenta "por lo menos unos 30 minutos más". Al terminar, ambas arrojaron una "valoración muy positiva, porque el Camino de Santiago ya es bonito de por sí, pero la experiencia ha sido estupenda. Está muy bien organizada y cada uno puede hacerla a su manera, sin discriminar a nadie", subrayó Otero.
Alicia Cano, una joven de 26 años de Madrid, puso un pie en la línea de llegada pasadas a las 19.30 horas y, a pesar de las diez horas de travesía, para ella también fue una etapa extraordinaria. Hace dos meses "estaba en silla de ruedas", fruto de un accidente de tráfico, y ni se imaginaba vestirse las zapatillas de correr. Sin embargo, en este tiempo dice haberse recuperado y haber decidido "no aplazar más planes en mi vida". Por eso, le hizo caso a un amigo y se embarcó con su madre en la Ultreia. "Se nos complicó la cosa porque pensaba hacer 19 kilómetros y al final han sido los 52, pero ha sido una experiencia increíble y maravillosa", indicó al terminar.
Novedades
Salvo en el paréntesis del segundo año de pandemia (2021), la Ultreia tuvo una excelente acogida en las cuatro ediciones que se han celebrado desde 2018. Hasta ahora el récord estaba fija do en los 351 participantes que se contabilizaron el año pasado, pero esta edición, la quinta, ha batido una nueva plusmarca con un total de 446 paseantes y corredores.
Otra de las novedades es que en esta ocasión los participantes contaron con una credencial que fueron completando por etapas y que, al terminar, todos ellos recibieron ‘Suseia’, un diploma en latín personalizado con su nombre. Además, hubo trofeos para todos, tanto para los que hicieron la Ultreia completa como para los que la recorrieron de forma parcial.
El trayecto sí permaneció invariable respecto a los años previos, pero eso no impidió que volviera a recolectar valoraciones positivas. La combinación de zonas llanas con partes más duras, como la subida a O Viso y la de A Canicouva, animó a cambiar de ritmos y, aunque alguna cuesta llegaba a atragantarse, la mayoría agradeció el cambio de compás. Además, no estuvieron solos en el viaje. Ultreia 2023 también fue la edición que convivió con más peregrinos.
Una cita con todas las papeletas para consolidarse en el calendario
Deparar el futuro siempre es riesgo de error, pero los indicios apuntan a que Ultreia seguirá cumpliendo años. Los índices de participación no han parado de crecer, algo que para la organización demuestra "el interés popular" que existe por “un proyecto que combina el fomento de la actividad física con el desafío de afrontar un recorrido de 52 kilómetros".
El proyecto cuenta con la colaboración de la Concellería de Deportes del Concello de Pontevedra, la Xunta, la Deputación, el Concello de Tui, Supermercados Froiz y Larsa.