Un grupo inversor compra Bricoking y se compromete a hacer contrataciones

Una compañía extranjera salva la nave de bricolaje de Pontevedra del concurso de acreedores voluntario solicitado por la firma gallega
Vista aérea de la nave de Bricoking
photo_camera Vista aérea de la nave de Bricoking

Un grupo de capital extranjero ha adquirido la nave de Bricoking en Pontevedra, ubicada en el polígono comercial de O Vao. La compra ha salvado a la plantilla del concurso de acreedores que acaba de solicitar la marca gallega ante su nivel de endeudamiento. El grupo inversor no solo se ha comprometido a mantener a todo el cuadro de personal, sino que ha asegurado a los representantes sindicales que "contratará a más trabajadores y ampliará la cartera de servicios", informaba este sábado el secretario intercomarcal de UGT de Pontevedra-Arousa, Ramón Vidal Trillo.

Actualmente están en nómina entre 20 y 30 asalariados (el número oscila en función de las necesidades y promociones de la compañía). La operación de compraventa empezó a gestarse hace casi tres meses, pero se mantuvo silencio sobre el compromiso del grupo inversor de mejorar las condiciones laborales de la plantilla. "Era conveniente tratar el asunto con discreción, porque el grupo decía que iba a potenciar el empleo en la comarca y aumentar el nivel de actividad". La empresa ha pasado a llamarse Bricolaje Pontevedra, aunque los clientes todavía pueden ver la imagen comercial y el logo de Bricoking.

Vidal Trillo atribuye la operación de compraventa a la intención de Bricoking "de obtener mayor liquidez" o al propósito de "salvar determinadas áreas comerciales". La nave de Pontevedra, en particular, destacaba sobre el resto "porque tenía muy buenos datos de ventas y de satisfacción por parte de los clientes, dado el nivel profesional y la implicación de los trabajadores".

REPOSICIÓN. La venta fue cerrada hace casi un mes, pero trascendió esta semana a raíz del concurso de acreedores solicitado por Bricoking. El cambio de titularidad promete acabar con la falta de reposición de ciertos materiales que tuvo lugar en los últimos meses y que ya dejaba ver la debilidad de la compañía.

Según la documentación presentada en los juzgados, la empresa gallega consta de un activo superior a los 23 millones de euros y de unas deudas algo superiores, valoradas en 24 millones.

El auto emitido por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña precisa que la relación de acreedores consta de más de 50 miembros y 131 trabajadores de la empresa. Ramón Vidal Trillo espera que el concurso sirva "para acordar una nueva senda que dé viabilidad al grupo" de bricolaje gallego.

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