Un perro de raza potencialmente peligrosa suelto ataca a otro can en Pontevedra

La concejala Paloma Castro medió para evitar un fatal desenlace

La concejala Paloma Castro (centro) junto a los agentes, tras ayudar a separar a los animales. JAVI CERVERA
photo_camera La concejala Paloma Castro (centro) junto a los agentes, tras ayudar a separar a los animales. JAVI CERVERA

Segundo ataque violento de un perro potencialmente peligroso a otro can en poco más de un mes. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido a principios de mayo en Loureiro Crespo, en esta ocasión el incidente se resolvió rapidamente gracias a la mediación de los transeúntes.

El suceso tuvo lugar minutos antes de las 13 horas cerca de El Cafetín, cuando una joven se encontraba jugando al frisbee con su perro. Por la zona pasó un hombre caminando junto a su mascota, de raza american staffordshire terrier, que estaba suelto y con bozal, aunque se le había descolocado. Subitamente, el animal potencialmente peligroso se abalanzó sobre el otro, de raza ‘palleira’, ante el disgusto de su propietaria, que asistía impotente al ataque.

Se da la circunstancia de que muy cerca del lugar se encontraba Paloma Castro, la concelleira socialista que a partir de ahora se ocupará del área de Benestar Animal, después de haber asistido a la concentración contra la violencia machista ante la Deputación. Acompañada por otros miembros del grupo socialista, no dudaron en mediar en el ataque, primero arrojándoles agua y después golpeando al atacante con una silla, lo que permitió que liberase a su presa. "Lo había cogido por el cuello y pensé que lo mataba, porque ni nosotros ni el dueño éramos capaces de que lo soltase", apunta la edila.

Finalmente, ambos canes se separaron. El más pequeño resultó con una herida en la boca y acabó en el veterinario. Los numerosos transeúntes que habían contemplado la escena alertaron a la Policía Local, que envió a una patrulla a la Alameda, donde recabaron la opinión de los testigos y elaboraron el preceptivo informe, que ahora será remitido a la Xunta de Galicia.

Según fuentes policiales, el propietario del perro potencialmente peligroso —que carecía del chip obligatorio— fue denunciado por llevarlo suelto sin un bozal adecuado. Sin perjuicio de que pueda tener que asumir los gastos veterinarios que acredite la propietaria del animal atacado.

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