La Audiencia de Pontevedra ha celebrado este martes el juicio contra Cándido R.R., un vecino de O Porriño que reconoció haber azuzado a su pitbull para que atacara a un hombre que le había recriminado por pasear al perro sin bozal ni correa por la calle, y que ha aceptado dos años de cárcel.
Además del ataque del perro, el acusado comenzó a agredir a la víctima dándole puñetazos en la cabeza y golpeándolo con su paraguas. Esta acción le causó al agredido la rotura de dos piezas dentales y daños en otras dos.
Antes de que el tribunal dedica si entrará o no en la cárcel, estará bajo libertad vigilada durante tres años, tiempo en el que tendrá que recibir un tratamiento ambulatorio por enfermedad.
Esto es debido a que en el momento de los hechos, el 20 de diciembre de 2012, el dueño del perro sufría un trastorno ansio-depresivo y tenía mermadas sus facultades de entendimiento.
Por ello, la Fiscalía redujo la petición inicial de cinco años de prisión por un delito de daños.
Será tras recibir ese tratamiento y ver su evolución cuando el juez decida si debe entrar o no en prisión.
La víctima solicitaba 6.500 euros como indemnización por los gastos del tratamiento médico reparador y las secuelas causadas.
Los jueces de la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra tendrán que sentenciar sobre esta cuestión, ya que la defensa se negó a abonar dicha cantidad, al entender que con el pago del tratamiento dental recibido ya se resarcen las secuelas producidas durante la agresión.