Rocambolesco suceso el ocurrido el domingo por la tarde en la zona de A Parda, que se saldó con dos detenidos por narcográfico y un joven con una grave herida en una pierna que a punto estuvo de segarle la femoral.
Todo ocurrió sobre las 18 horas. Dos chicos de 18 y 19 años viajaron desde Vigo a la capital y, al llegar a la calle Entrevías, fueron perseguidos por un grupo de siete chavales que les obligó a huir en direcciones opuestas. Uno de ellos trató de subir por una verja metálica, pero sus acosadores le agarraron de la cazadora y le hicieron perder el equilibrio, clavándose una de las lanzas en una pierna. Quedó tendido en el suelo, junto a su acompañante, hasta que llegó la Policía Local, que rapidamente alertó a una ambulancia para que trasladase al chico hasta Montecelo, donde quedó ingresado.
Esa fue la versión que ambos vigueses dieron a los agentes, pero los testigos consultados coincidieron en que ambos habían salido a la carrera de una casa abandonada que hay en el lugar. Una inspección en el interior y en la finca anexa permitió descubrir varias bellotas de hachís por el suelo, lo que invitó a pensar que el caso estaba relacionado con el trapicheo de drogas.
Mientras, otra patrulla localizó en Salcedo al grupo de chavales que supuestamente había perseguido a los primeros. Uno de ellos tenía oculta otra bellota de hachís en un calcetín y otro portaba una cartera con fotocopias de billetes de 20 euros.
De vuelta a Montecelo, los policías incautaron al amigo del herido siete bellotas más de esta droga, y al ser preguntado acabó confesando la verdad.
Dijo que tanto él como el chico herido habían contactado con un joven de Pontevedra para cerrar una venta de 13 bellotas de hachís. Se encontraron en la Estación de Autobuses, donde el comprador les mostró un fajo de supuestos billetes de 20 euros (que en realidad eran las fotocopias) y les instó a cerrar la operación en su casa.
Los llevó a la vivienda abandonada de Entrevías, donde les esperaban sus seis compinches con la intención de robarles la droga. Los camellos asustados, emprendieron la huida y uno de ellos fue alcanzado por el comprador mientras subía a la verja. Tras dejarlo gravemente herido, le robó el móvil y se dio a la fuga. Fueron detenidos el camello y el autor de las lesiones, e identificados los otros siete participantes.
