La falta de camas obliga a diario a desviar pacientes de cuidados paliativos

La carencia de espacios obliga a tratar a los pacientes en otros servicios como Oncología, Dixestivo o Nefroloxía mientras el jefe de servicios pide para el Provincial las 18 camas previstas en Gran Montecelo
Entrada de la unidad de Coidados Paliativos. DP
photo_camera Entrada de la unidad de Coidados Paliativos. DP

El servicio de Coidados Paliativos del Hospital Provincial necesita ampliar su capacidad, tanto física como profesional. Prueba de ello es que su máximo responsable, el doctor César Labrador, ya ha solicitado a la gerencia "más personal" y "aumentar las camas" para habilitar, como mínimo, las 18 individuales previstas en el futuro Gran Montecelo (cuyo fin de obras está previsto para 2024).

La unidad dispone de ocho camas en habitaciones individuales que, como máximo, pueden ser aumentadas hasta diez. Antaño los picos de demanda podían ser paliados con más facilidad, pero hoy la saturación del servicio es diaria y constante. La necesidad de espacio es tal que ha llevado a tratar a los pacientes que se acercan al final de sus vidas en distintas áreas como "Oncoloxía, Medicina Interna, Nefroloxía o Dixestivo".

El envejecimiento de la población y el aumento de pacientes añosos pluripatológicos ha hecho aumentar la demanda de este tipo de cuidados. En cambio, con las instalaciones actuales, "el número de pacientes al que podemos llegar es muy reducido", advierte Labrador.

El especialista considera que "con las 18 camas en habitaciones individuales previstas en el Gran Montecelo, el servicio estaría bien dimensionado". Aparte, cree que la asistencia mejoraría creando "más unidades de hospitalización a domicilio" y unificando los cuidados paliativos que ofrecen estas unidades y su servicio. "Estamos coordinados con HADO. Tenemos reuniones semanales y planificamos cuidados de enfermos que están en el domicilio, pero es un servicio diferente. En mi opinión, creo que no debería ser así y que deberían formar parte de uno mismo", indica Labrador.

MÁS DE 300 PACIENTES. En la actualidad, la unidad de Coidados Paliativos del Provincial corre a cargo de la hospitalización de los enfermos "que son dificílmente controlables" en sus casas. Además, supervisa a los pacientes que toman el tratamiento en sus casas, a los que controla en consultas externas, y dispone de un servicio de consulta telefónica que funciona "las 24 horas".

En términos generales los cuidados paliativos son los que se ofrecen durante "los últimos seis meses de vida". Su objetivo es tratar "toda la sintomatología que se va produciendo por el avance de la enfermedad, desde el dolor hasta cualquier otro síntoma", explica Labrador.

En 2018 la unidad prestó asistencia a más de 300 pacientes y la previsión es que este año finalice con cifras similares. La estancia media en la unidad del Provincial está establecida en los "siete días".

Los profesionales del área sanitaria esperan a que se materialice el Plan de Hospitalización a Domicilio en el que lleva tiempo trabajando la Xunta y que convertirá este servicio en universal, al extenderlo a la totalidad del territorio y de los ciudadanos. Según los últimos plazos publicados, se aplicará antes de lo previsto inicialmente, al adelantar su horizonte a 2021 en lugar de 2023. Además, lo hará con importantes mejoras, como la coordinación con Atención Primaria para programar visitas conjuntas.

Hasta ahora, parte del servicio de HADO —que se limita a unos 6.000 pacientes anuales en la comunidad gallega— se concentra en el ofrecimiento de cuidados paliativos, en el 75% del territorio y de lunes a viernes.ç

EVOLUCIÓN
César Labrador, jefe de la unidad: "La demanda de este tipo de cuidados se ha ido incrementando"

El jefe del servicio de Coidados Paliativos, César Labador, asegura que "la demanda de este tipo de cuidados se ha ido incrementando dentro de la población durante los últimos años". "La gente va sabiendo cuales son, qué significan y, por ello, su aplicación se va extendiendo entre los pacientes". 

La mayor parte de los enfermos que recurren a este tipo de asistencia son de tipo "oncológico", personas con cáncer que se acercan al final de su vida. Sin embargo, la unidad también asiste a muchos otros perfiles de enfermos que, gracias a los cuidados paliativos, alivian el sufrimiento. "Yo siempre suelo decir que cuando la medicina no puede curar, sí puede cuidar. Y en nuestro caso se trata de controlar los síntomas que se producen en los enfermos con menos de seis mes de esperanza de vida". 

Para acceder a los cuidados paliativos es necesario que se produzca "la aceptación de los mismos por parte del enfermo o la familia". Y hoy por hoy "la mayoría aceptan". 

MÁS ANCIANOS. El proyecto del Gran Montecelo contempla duplicar las camas de la unidad hasta llegar a 18 habitaciones con camas de uso individual. Además, la previsión de la Xunta es que Cuidados Paliativos forme parte de las áreas sensibles que serán objeto de una humanización especialmente notable, junto a las unidades de diálisis, el hospital del día de oncología y la zona materno-infantil. 

El plan funcional, sometido a exposición pública, augura que el Gran Montecelo asistirá a menos población en el plazo de 14 años, pero más añosa. Los cálculos oficiales pronostican que el área de Pontevedra pasará a albergar 217.817 habitantes y la de O Salnés 69.056, un 7,04% menos que en 2016. Y que en el caso concreto de Pontevedra, la tasa de población infantil pasará del 13,24% al 9,21% en 2031, que la de dependencia pasará del 53,5% al 63,62% y que la de vejez subirá del 21,62% al 29,67%. "Probablemente asistiremos a una evolución negativa del número de efectivos de población y a un rápido deterioro de los indicadores de dependencia y senectud", subraya el documento. 

La previsión es licitar la obra de Gran Montecelo a finales de año e inciarla en 2020. 

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