Dos unidades de la Brilat refuerzan los puntos de vacunación en Campolongo

El repunte de positivos reactiva los rastreadores militares a niveles de septiembre de 2020
Un militar atendiendo a una paciente en el centro de vacunación pontevedrés. M.B
photo_camera Un militar atendiendo a una paciente en el centro de vacunación pontevedrés. M.B.

La saturación de citas en el vacunódromo de Campolongo ha llevado al Sergas a pedir la colaboración de la Brilat, que no ha dudado en recoger el guante y desde el pasado miércoles refuerza este servicio con dos unidades móviles durante las mañanas.

Se trata de dos equipos móviles de vacunación que se suman a los ya desplegados desde finales de noviembre en la planta baja de la sede administrativa de la Xunta y desde donde se dispensan las dosis a los pacientes que acuden con cita previa.

La cooperación de la Brilat en la lucha contra esta sexta ola de la pandemia comenzó la víspera de Reyes en Pontevedra, pero las primeras en activarse en esta nueva misión fueron las unidades de Asturias. Este viernes lo hicieron otros dos equipos de la Armada, en Ferrol.

La presencia de los militares se desarrolla desde primera hora de la mañana hasta las 15 horas. Las vacunas de la tarde quedan en manos del personal sanitario del Sergas exclusivamente.

RASTREADORES. De forma paralela, la colaboración entre la administración central y la autonómica se ha traducido también en una reactivación de los rastreadores que desempeñan su labor desde la base General Morillo.

Hay al menos 40 rastreadores trabajando simultáneamente

El alarmante repunte de positivos registrado desde finales de noviembre ha obligado a activar a todo el personal asignado a estas funciones, hasta alcanzar los niveles de septiembre de 2020, cuando se puso en marcha la operación Baluarte. Es decir, los 205 militares inscritos.

El paulatino descenso de casos que se produjo entre enero y agosto del pasado año permitió a la Brilat liberar a parte de estos efectivos hasta quedarse en un doble turno de 20 personas cada uno.

Sin embargo, la gravedad de la situación actual ha conllevado la llamada a filas de todos los disponibles hasta recuperar los niveles del inicio de la Baluarte, es decir, turnos de mañana, tarde y descanso de modo que haya, como mínimo, 40 rastreadores trabajando simultáneamente, entre las 9 y las 22 horas, los siete días de la semana. La Brilat dispone de capacidad para incrementar el personal asignado a la misión si fuese necesario.

De los 135 efectivos aportados por la brigada pontevedresa, 110 se dedicarán a las labores específicas de rastreo, mientras que los demás se encargan de la logística y la coordinación. A ellos hay que sumar otros 68 de la base de Siero, en Asturias.

Repartidos en dos salas, los rastreadores trabajan en coordinación con el Sergas, que aporta los equipos informáticos, el software y el listado de personas sospechosas de haberse contagiado. Su función será realizarles encuestas telefónicas para sondear su situación sanitaria y, de ser el caso, dar la alerta y aplicar los protocolos establecidos.

Fuentes militares indicaron este viernes que "nosotros respondemos a las indicaciones y a las necesidades que nos establece la Xunta en cada momento".

Más positivos pero menos rastreos 
Aunque el complejo escenario actual, con un goteo incesante de nuevos positivos cada día, ha provocado la reactivación de todos los rastreadores militares, el volumen de llamadas no es tan abismal como en los inicios de la Baluarte. Cierto es que hay más personas contagiadas por el virus a las que se les debe dar atención y un seguimiento diario mientras dure la enfermedad, pero el sustancial cambio con respecto a hace 15 meses es que el seguimiento a los contactos más estrechos es muchísimo menor. 

De hecho, el actual protocolo fijado por el Sergas (al que se ciñen los militares pontevedreses) recoge que ese círculo más cercano a un positivo no debe guardar cuarentena si no presenta sintomatología, con lo que el rastreo de posibles contagios se ha reducido considerablemente.

Durante las llamadas, los soldados les recuerdan a los afectados las pautas recomendadas en estos casos, sobre todo que en el supuesto de experimentar síntomas, acudan de forma urgente al hospital o centro de salud más cercano para frenar la propagación del virus.

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