Una enfermedad puede o no ser crónica. El que siempre debe ser crónico es el cuidado. Convencida de esa ambivalencia, la Cátedra de Cronicidad de la USC lleva meses trabajando en un proyecto de humanización y voluntariado con pacientes covid que consiguió poner en marcha a mediados de diciembre, con el apoyo del Sergas y la activa participación de estudiantes de las facultades de Medicina y Enfermería, habiendo atendido ya a 30 familias. La iniciativa se extenderá por los hospitales gallegos y llegará pronto a Pontevedra.
La diosa Higea da nombre al proyecto, surgido de la necesidad de poner en contacto a familiares y pacientes que, bien por su fragilidad, edad, dependencia o situación clínica, no pueden comunicarse a diario. La idea es establecer un canal seguro sanitaria y humanamente para así también descargar a los profesionales sanitarios de esa labor de puente que muchas veces realizan por propia vocación pero demasiadas veces sin los medios y el tiempo precisos.
Sin embargo, esta comunicación es fundamental porque la ausencia de contacto provoca una situación demoledora para el ánimo de enfermos y familiares. Lo que incide, como apuntan los especialistas, en una peor recuperación de los enfermos y en una mayor preocupación de los familiares. Una situación que se agrava en los casos de pacientes mayores y/o con enfermedades crónicas que aumentan el riesgo.
El proyecto humanitario favorece este encuentro de los pacientes y sus familias de manera diaria gracias al programa Higea, cuyo desarrollo y puesta en marcha lo está pilotando en las tres plantas de covid del Hospital Clínico de Santiago de Compostela la coordinadora de esta iniciativa y subdirectora de la Cátedra, Montse Sánchez-Agustino. En breve se incorporarán los voluntarios universitarios que se inscriban previamente en el programa, que está siendo difundido entre el alumnado de los últimos cursos de Medicina y Enfermería por el Servicio de Participación e Integración Universitaria de la USC.
Será una vez que se incorporen los alumnos cuando el plan se extenderá a todos los centros hospitalarios de Galicia gracias a la colaboración de la Consellería de Sanidade, cuyo titular, Julio García Comesaña, fue informado previamente por el director y la subdirectora de la Cátedra, Antonio Posé y Montse Sánchez-Agustino, respectivamente, y por su asesor técnico, Rafael Bengoa. El conselleiro celebró la iniciativa y le brindó su apoyo, facilitando el acceso y el equipo necesario a los voluntarios.
El voluntariado tendrá como cometido facilitar la conexión de los enfermos con sus familias en un entorno de calidez y cercanía, utilizando un soporte que permita la comunicación entre pacientes y familiares -por vídeollamada telefónica o enviando mensajes de voz-, así como audios y vídeos en caso de que el horario del servicio no permita la comunicación con las familias.
La Cátedra de Cronicidad conjuntamente con el Coordinador del Servicio de Participación e Integración Universitaria responsable del voluntariado de la USC serán los responsables de informar, concienciar y formar al alumnado.
En la experiencia piloto, que incluyó el periodo navideño, la coordinadora de Higea testó las necesidades del programa y de los usuarios. Su trabajo permitió hasta ahora la comunicación de los pacientes y las familias, estableciendo como idóneo el siguiente cronograma: dos horas diarias de una manera reglada, estableciéndose turnos para minimizar la permanencia en las plantas COVID. El servicio se realiza todos los días de la semana. Cada llamada suele tener una duración máxima de 10 minutos por paciente, pudiendo variar dependiendo del número de ellos que cumplan el perfil al que va destinado el programa. Las comunicaciones comienzan a las 17:15 horas y finalizan a las 19:15 horas.
Inicialmente, el programa Higea se habilitó para 20 plazas de voluntarios, aunque dado el interés que está despertando el proyecto, se prevén nuevas convocatorias, por lo que la inscripción sigue abierta y se formarán periódicamente a los nuevos grupos.
