José Abreu, inspector jefe del Grupo II de Udyco y uno de los artífices del último gran golpe al narcotráfico en O Vao, declaró meses atrás en este periódico que "todo pasaría por una reorganización de este territorio, la urbanización de esa zona". Abreu añadía entonces que "lo ideal sería que se integrase en el resto de la ciudad".
El representante de la Comisaría explica que "paralelamente habría que trabajar en la educación y la integración social. Es verdad que a ellos, como a cada uno de nosotros, les gusta la zona donde han nacido y en la que han crecido, pero yo creo que llevar a cabo una acción de urbanización sobre ese lugar facilitaría mucho su integración, tanto en Pontevedra como en Poio".
A ese respecto, la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, decía en diciembre que "eso es un asunto de competencia municipal que sobrepasa lo que yo puedo decir como subdelegada", a lo que añadió que "no podemos meternos en la cabeza de los narcotraficantes y lavarles el cerebro para que esto no siga ocurriendo. El tráfico de drogas y el consumo no se pueden resolver políticamente".
El alcalde de Poio, Luciano Sobral, se refirió a la propuesta de la Policía diciendo que "nós pensamos igual. Parécenos moi positivo que as autoridades coincidan con nós neste aspecto". Sobral, no obstante, puntualizó que el Ayuntamiento poco puede hacer para que esta pretensión se haga realidad. "Mentres outras administracións non se involucren neste tema nós temos as mans atadas".
Mientras tanto, cientos de toxicómanos siguen acudiendo a diario para administrarse dosis de heroína y de cocaína (últimamente, casi siempre ambas para contrarrestar los efectos), poniendo fin a sus vidas lentamente y destrozando a sus familias.
