La Valedora do Pobo ha aceptado a trámite la queja de una madre pontevedresa que exige acompañar a su bebé, de ocho meses de edad, en las sesiones de fisioterapia que le han programado en el Hospital Provincial. La denunciante es Tamara Campos, una mujer de 41 años de edad y vecina de Monte Porreiro que ha emprendido una batalla administrativa para intentar que el Sergas abra las puertas a los familiares en este tipo de sesiones.
Según trasladó ayer a este periódico, su hijo fue diagnosticado este año de plagiocefalia y braquicefalia y en un primer momento los profesionales de la Unidad de Atención Temprana del CHUP le recomendaron colocar un casco durante un año para recolocar la posición de la cabeza. Sin embargo, la denunciante decidió buscar una segunda opinión en una especialista privada, que le indicó que "esta opción era moi radical" y que la situación podía mejorar con ejercicios de fisioterapia.
La madre emprendió entonces una rutina de "moitos colos" y "tres horas diarias de exercicios de estimulación", de modo que cuando regresó a consulta los profesionales del CHUP le indicaron que "xa non había que poñerlle o casco". En ese momento el servicio ordenó una serie de sesiones de fisioterapia. En las dos primeras no pudo entrar, pero en la tercera protestó enérgicamente y logró acceder a la sala. Esto le hizo pensar en un cambio de posicionamiento; sin embargo, en la cuarta sesión le volvieron a denegar el acceso bajo "argumentos técnicos" que reclamó pero no obtuvo, y la quinta sesión fue anulada media hora antes, una vez difundió su caso por las redes sociales. La fisioterapeuta causó baja.
La denunciante, madre de tres hijos, alega que su propósito es ver ‘in situ’ las técnicas que emplean los profesionales para completar las que lleva a cabo en su domicilio. Además, dice no querer que su hijo se quede "a soas con outra persoa". La Asociación de Mulleres de Vilaboa, municipio donde trabaja, ha convocado para el viernes una concentración en el Hospital Provincial a las tres de la tarde, día y hora en el que se debería celebrar la siguiente sesión.
Por su parte, el servicio de Rehabilitación del Área Sanitaria señala que no siempre se impide el acceso de los padres, sino que hay "momentos" y "terapias específicas" en los que se les invita a esperar en un espacio "cercano" para que la intervención terapéutica "sexa eficaz".
La Unidad de Atención Temprana lleva activa más de 30 años y hoy atiende a 320 menores.
