El inicio del curso judicial será tan mediático como siempre en la ciudad del Lérez. Si hace un año, la Audiencia Provincial de Pontevedra se preparaba para acoger el final del proceso por el caso del narcosubmarino de Aldán, en 2022 son dos los sucesos que, por su gravedad –llamaron la atención de toda España– captan la atención. Los juzgados instructores de Caldas de Reis, por un lado, y de Tui, por otro, han cerrado las fases investigadoras del triple asesinato machista de Valga, en el primer caso, y de la brutal explosión de la pirotécnica de Paramos, en el segundo. Ambos asuntos llegan, pues, a las sedes judiciales de la ciudad del Lérez, donde se depurarán responsabilidades. Con un acusado en cada caso, ambos se enfrentan a importantes penas de prisión, aunque por motivos bien distintos. El primero, José Luis Abet, está acusado de matar a su exmujer, a la hermana y a la madre de ésta, mientras que el segundo, Francisco Gómez, alias Paco o Fogueteiro, es el único sospechoso de una deflagración que acabó con la vida de dos personas y que causó daños en 430 viviendas, arrasando muchas de ellas.
El primero de los sucesos, el de la pirotécnica de Tui, tuvo lugar en el mes de mayo de 2018, a media tarde, cuando uno de los almacenes ilegales de los que disponía la firma La Gallega que dirigía el acusado saltó por los aires, generando una ola de destrucción en sus alrededores pocas veces vista ya no solo en Pontevedra y en Galicia, sino en toda España. Paco O Fogueteiro "será juzgado en Pontevedra como presunto autor de dos delitos de homicidio imprudente, delitos de lesiones imprudentes, riesgo catastrófico en su modalidad de delitos de riesgo provocados por explosivos y otros agentes (en este caso por tenencia ilícita), un delito imprudente de estragos, así como delitos de daños imprudentes", según refiere el juzgado instructor en el auto en el que ordena la apertura del juicio oral, que tendrá lugar en los penales de A Parda.
La Fiscalía Provincial de Pontevedra solicita que el dueño de la pirotécnica causante de los estragos sea condenado a catorce años de prisión, además de inhabilitación para el ejercicio de profesión relacionada con la fabricación y manipulación de artefactos pirotécnicos durante el tiempo de la condena, el pago de una multa y diversas indemnizaciones.
El Ministerio Público pontevedrés identificó en su escrito daños en 430 viviendas y 76 en vehículos, además de los sufridos en los servicios públicos (red de abastecimiento, saneamiento, alumbrado público, electricidad, telefonía, viales y mobiliario urbano).
Más graves son los menoscabos físicos sufridos como consecuencia de la explosión, por los que solicita que se abonen diferentes cantidades a 36 personas, además de la correspondiente indemnización para los hijos de la pareja fallecida. A su vez, la acusación particular pide para el acusado una pena de 17 años y tres meses de prisión.
La explosión de la pirotécnica de Páramos, en Tui, provocó la muerte de dos personas y daños en más de 400 viviendas
La magistrada que decreta la apertura de juicio oral también acuerda en esta resolución que el investigado, su aseguradora y la entidad pirotecnia La Gallega presten una fianza conjunta y solidaria por un importe de once millones de euros (exactamente 11.260.900 euros), que deberán ingresar en el plazo de diez días, bajo apercibiendo de embargo.
Tras un intenso trabajo en la fase de instrucción motivado por la complejidad del asunto y en especial por los numerosísimos daños causados por la explosión, la causa se cerró en el Juzgado número 1 de Tui formada por 147 tomos, 37.208 folios y 508 piezas de responsabilidad civil. El desenlace será cosa de un tribunal compuesto por un solo juez que tendrá la responsabilidad de dictar sentencia. Se espera que el proceso judicial, salvo que se alcance un acuerdo previo por la vía de la conformidad, sea muy largo, pues la cantidad de personas perjudicadas y bienes afectados es de varios centenares.
VALGA. El crimen de Valga será harina de otro costal. La Audiencia Provincial, en su Pazo de Xustiza de Rosalía de Castro, volverá a ser el escenario de un caso extremadamente grave. El mismo edificio en el que se dictó la primera condena a prisión permanente revisable en la historia de España (a David Oubel, el hombre que acabó con la vida de sus dos hijas en Moraña hace ya algunos años), acogerá la vista oral, también por el procedimiento que dicta la Ley del Jurado, contra José Luis Abet, acusado de matar de forma consecutiva y delante de sus hijos a su exmujer, a la hermana y a la madre de ésta a la salida de su casa, en Valga, hace ahora tres años exactos: en el mes de septiembre de 2019.
El asesino de Valga actuó a conciencia, según la jueza: quiso que sus hijos presenciasen la muerte de su madre, su tía y su abuela
El investigado se enfrenta, según el relato de hechos que ofrece de forma provisional la Fiscalía Provincial de Pontevedra, a tres delitos de asesinato por el triple crimen mencionado, uno de tenencia ilícita de armas por carecer de permiso para portarlas cuando tiroteó a las víctimas y dos más de lesiones psíquicas graves, por los severos daños causados a los dos niños de cuatro y siete años que presenciaron la escena en primera persona.
Abet, según consta en el auto judicial, acudió el 16 de septiembre de 2019 al domicilio en el que su exmujer residía con sus dos hijos, en Cordeiro (Valga), tras haber adquirido previamente un revólver con el número de identificación borrado y una caja completa de munición.
Cuando la víctima se disponía a llevar a los niños al colegio, su exmarido le bloqueó la salida del garaje con su coche y le disparó cuatro tiros a través de la ventanilla, uno en la cara, dos en el cuello y un cuarto en el pecho, todo ello en presencia de sus hijos.
Tras matar a su exmujer, el autor confeso del crimen se subió en el coche y se marchó pero, al cruzarse con el coche en el que llegaban su excuñada y su exsuegra, que habían recibido una llamada de socorro por parte de la víctima, dio media vuelta y las siguió hasta la vivienda, donde, continúa la jueza, les dio muerte mediante otros siete disparos.
El presunto asesino "quiso expresamente que sus hijos menores de edad presenciaran como mataba a su exmujer, madre de los menores, razón por la que realizó el crimen cuando se disponían a ir al colegio", asegura el auto.
Por lo ocurrido, la Fiscalía volverá a pedir en la Audiencia de Pontevedra la máxima pena de prisión permanente revisable.
En los dos casos se esperan juicios de varios días. El de la pirotécnica, por la gran cantidad de personas afectadas por lo ocurrido; el del triple asesinato, por el hecho de celebrarse bajo el procedimiento de la Ley del Jurado.
