Los vándalos causan varios destrozos en coches aparcados frente al Pabellón

Los turismos aparecieron con cristales y retrovisores rotos, y con daños en la carrocería ► Un grupo de menores, bajo sospecha

Vista aérea del aparcamiento disuasorio situado frente al Pabellón Municipal de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Vista aérea del aparcamiento disuasorio situado frente al Pabellón Municipal de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Varios turismos estacionados en el aparcamiento disuasorio situado frente al Pabellón de Deportes aparecieron con importantes destrozos en su estructura, fruto de la acción de los vándalos pues no hay constancia de que los autores se hubiesen llevado nada del interior.

El último ataque se produjo en la noche del pasado 28 de diciembre. Según coinciden los afectados, habían dejado sus vehículos aparcados en distintos momentos del día y cuando fueron a recogerlos, entre las 22 y las 23 horas, se encontraron con el desagradable espectáculo.

En algunos casos, los delincuentes habían roto cristales de las puertas con una gran piedra, arrancado retrovisores y abollado la carrocería. En otros, se limitaron a destrozar los espejos y a causar ostentosos rayazos.

De momento, no ha trascendido ninguna detención en relación con este asunto

Una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar para levantar atestado de lo ocurrido e informar a los conductores sobre la tramitación de la oportuna denuncia. "Lo malo de todo esto no es solo sufrir los destrozos, sino que, al no identificar a los autores, tienes que costear la reparación de tu propio bolsillo, salvo que tengas un seguro a todo riesgo y que te lo cubra", se lamentan los damnificados.

Y es que, de momento, no ha trascendido ninguna detención en relación con este asunto. La Policía Nacional baraja varias hipótesis aunque las principales sospechas recaen sobre un grupo de menores que fueron vistos por algunos testigos en el aparcamiento minutos antes de descubrirse los daños. Incluso les habrían oído ponerse en alerta ante el riesgo de ser cazados in fraganti.

La del pasado día 28 no fue la primera ocasión en que se registraron actos vandálicos en el estacionamiento disuasorio. Solo una semana antes, al menos un turismo sufrió similares desperfectos, claramente intencionados.

En la práctica totalidad de los casos los gamberros siguen el mismo patrón: actúan de noche y se ceban con ventanillas y espejos retrovisores, golpeándoles con piedras u objetos contundentes; si la protección de la oscuridad se lo permite, no dudan también en abollar capós y puertas.

Fuentes de la Policía Local descartaron este martes una oleada de este tipo de acciones y lo ciñen más bien a casos "esporádicos y puntuales". No obstante, dado que las denuncias se presentan y canalizan en la Policía Nacional, es este cuerpo el que posee una estadística más fiable.

En cualquier caso, la Policía Local prestará una especial atención a esta zona, tanto por parte de las patrullas como desde las cámaras de vigilancia.