El 80% de los positivos por covid en el área tiene menos de 40 años y el 2% más de 70

La variante Delta ya provoca la mitad de los contagios y está previsto que sea la "mayoritaria" en un mes. El cumplimiento de las cuarentenas se debilita
Cribado realizado en el parking del Hospital Provincial. GONZALO GARCÍA
photo_camera Cribado realizado este domingo en el parking del Hospital Provincial. GONZALO GARCÍA

"Entre el 40% y el 50% de los contagios" que se están registrando en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés ya son obra de la variante Delta, una variedad con alta capacidad de transmisión que inició su expansión desde la India. La cepa avanza imparable y la previsión de los expertos es que pronto desbancará a la variante británica como subtipo predominante, algo que precisamente ya ocurrió a principios de año con la variedad inglesa frente a la clásica de Wuhan (China), de la que ya no queda rastro.

El jefe del servicio de Alertas Epidemiológicas de Pontevedra, Miguel Álvarez Deza, augura incluso que "a este ritmo la variante delta se convertirá en mayoritaria en el plazo de un mes", lo que se probablemente se traduzca en un crecimiento de los casos activos.

El virus hindú tiene entre un 40% y un 60% más de capacidad de transmisión que la cepa británica, en gran parte porque "la gente que se contagia con esta variante tiene cargas virales mucho más altas" que las versiones anteriores. Además, su comportamiento es más sigiloso que sus predecesores, ya que su período de incubación es más largo. Una persona puede infectarse y no presentar síntomas hasta 14 días después ni dar positivo en una PCR inicial, "de ahí la importancia de la detección precoz de los asintomáticos y de que la gente acuda a los cribados, especialmente los jóvenes, el grupo con mayor incidencia que todavía no está vacunado", subraya el epidemiólogo.

Deza advierte de que en muchos casos la sintomatología de la variante Delta es similar a la de un catarro leve, "con algo de mocos y dolor de garganta", lo que hace que muchos infectados "le resten importancia y lo confundan con un mero resfriado por un cambio de temperatura".

Esta levedad de síntomas contribuye a la expansión del virus. Solo una parte de quienes los padecen consultan a su médico de cabecera y en muchas ocasiones las infecciones solo se detectan cuando son rastreadas por ser un contacto estrecho de un positivo confirmado. 2Entonces se ve que no era un catarro, sino covid".

EL RASTREO SE COMPLICA. Por otro lado, la eclosión de esta variante ha reducido el porcentaje de trazabilidad, es decir, de identificación del punto de origen de los contagios. Hace poco más de un mes en el 80% de los casos se localizaba el brote de inicial, pero actualmente "tenemos muchos casos" en los que esto no es posible. El rastreo solo es efectivo en el 60% de los casos y "el porcentaje va bajando".

En algunas ocasiones el infectado desconoce cómo se ha podido contagiar, aunque ahora mismo una de las grandes razones que dificultan la investigación es la falta de colaboración por parte de los contagiados. "Muchos de los infectados que tenemos ahora son jóvenes y cuando les llamas no te dan toda la información. Dan algún nombre, pero sin apellidos ni teléfono y así es imposible averiguar nada", indica el epidemiólogo. Esta falta de información no es siempre casual. Los que trabajan en este campo sospechan que la intención es esquivar las cuarentenas, una medida obligatoria para la mayoría de los contactos estrechos que ya de por sí está siendo quebrantada. "Hay un mayor incumplimiento de los confinamientos. La Central de Seguimiento nos avisa de que no contestan por teléfono o de que creen que hay casos en los que no se está siguiendo las cuarentenas".

Las cifras oficiales recabadas en la primera quincena de este mes ratifican que el perfil mayoritario de pacientes infectados son jóvenes. Entre el 1 y el 14 de julio se detectaron en el área 1.378 contagios y el 80% está por debajo de los 40 años. Dentro de esa franja la que presenta mayor incidencia es la que va de los 18 a los 30, en la que se concentraron el 44% de los contagios (603) que se registraron en ese intervalo. Por orden, le siguen las franjas de 10 a 17 años (16,5%), de 31 a 40 (15,6%) y de menos de 10 años (4,2%), mientras que por encima de la "cuarentena" la franja con más contagios fue la de 41 a 50 años (9,8%), seguida de la de 51 a 60 años (5%) y de la de 61 a 70 años (3%). Solo el 2% se infectó con más de 70 años.

NUEVAS MEDIDAS. Al hilo de estos datos, Deza considera urgente adoptar nuevas medidas para frenar la expansión entre los jóvenes, sobre todo en ciertos contextos, como el ocio nocturno. "Creo que la hostelería no tiene culpa, sino que depende del comportamiento individual. Muchos jóvenes no saben la trascendencia que tiene esto, pero como dijo el otro día Luis Enjuanes (virólogo y profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas) algunos morirán", alerta.

La explosión de casos pasa factura al propio Servicio de Alertas Epidemiológicas de Pontevedra y a la Central de Seguimiento de Contactos (de carácter autonómico). Deza asegura que los trabajadores de ambos departamentos "estamos sobrepasados" por la situación y la reducción de efectivos a causa de las vacaciones. En la central de Pontevedra están operativos diez empleados "que seguimos trabajando a todo ritmo y llegando a donde se puede llegar". "Deberíamos ser más", sentencia Deza.

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