Pablo Touza, natural de Mosteiro (Meis) prevé reclamar a Audasa cerca de 6.000 euros por las retenciones sufridas en la AP-9 durante la ampliación de Rande y la ejecución de la circunvalación de Santiago. Además, quiere ver recompensadas las veces en las que se ha visto jugándose "la vida" a causa de las obras, sobre todo en noches de nieblina, en las que se llegó a topar con "trabajadores de frente y un camión que estuvo a punto de colisionar con mi coche por detrás".
Como representante de una marca de alimentación, Pablo se recorre "toda Galicia" por autopista con el propósito de "ahorrar tiempo". Y, según dice, la ampliación de Rande tuvo un importante coste de horas y dinero para su trabajo. Hasta la fecha, tiene contabilizados "630 tránsitos" en los que sufrió retenciones o alteraciones en el tráfico que acabaron pasando factura a su jornada laboral. El récord fue un día que estuvo "dos horas y media en una retención formada en el puente de Rande".
Pablo ha cursado reclamaciones en nueve ocasiones, pero solo recibió un acuse de recibo el 27 de septiembre. En todas las ocasiones la empresa "ha superado el plazo de diez días que tiene para ofrecer una resolución" y la única respuesta que le ha ofrecido la empresa la recibió hace un par de días, cuando pudo leer una carta en la que la compañía niega su responsabilidad.
Audasa le ha contestado que no caben sus reclamaciones, porque ha cumplido las condiciones del contrato de las obras de ampliación. "Parece que se ríen del cliente, cuando soy un usuario que se gasta una media de entre 400 y 500 euros al mes en autopista (...). Me dicen que reclame a Fiscalía, pero los que tienen la obligación de dar una resolución de las reclamaciones son ellos, tanto si es negativa como positiva", afirma.
