Un grupo de vecinos de San Vicente de Cerponzóns paralizó este jueves las obras de acondicionamiento del entorno del nuevo local social de la parroquia que ejecuta el Concello. El objetivo de la protesta era evitar la construcción de un muro de hormigón sobre el que se colocará el vallado perimetral del centro cívico, que invade la carretera de acceso al lugar de Meán.
Los participantes en la movilización, que tuvo lugar a media tarde, aseguran que aunque el vial es de dirección única, la construcción del muro dificultaría el tránsito de turismos y haría imposible la circulación de camiones en una carretera que ya es de reducidas dimensiones.
Precisan que adoptaron la medida de paralizar las obras después de que la Administración local hubiera hecho caso omiso del escrito que presentaron en el Rexistro del Consistorio el pasado martes, día 13, en el que le advertían de los problemas que podría causar al tráfico el levantamiento del muro sobre la zona exterior de la calzada. Además, critican que la empresa encargada de las obras incluso hubiera continuado los trabajos el Miércoles de Ceniza, día considerado festivo local en Pontevedra.
La asociación O Chedeiro recuerda que en la última reunión del Consello Parroquial de Cerponzóns "foron muy poucos" los vecinos que respaldaron la petición que le efectuó a los representantes municipales para que no levantasen el muro de hormigón que estrecha la calzada. "A nós non nos gustaba o que se pretendía facer aí, pero os representantes dos lugares da zona non dixeron nada en contra", señaló el jueves un miembro de la junta directiva.
Este mismo portavoz indicó que en la citada reunión del órgano parroquial (en el que están representadas las entidades de esta zona del rural) la asociación había sugerido que el dinero destinado a la reforma del entorno del centro social fuese destinado a actuaciones prioritarias y que, en vez de un muro, se construyese una plazoleta y un aparcamiento.
