Los vecinos de Ponte Sampaio se sumaron este miércoles a la consternación general por el fallecimiento de Benito González Dopazo y reconocieron que nadie había pensado en la posibilidad de que pudiera ocurrir una tragedia de semejante magnitud.
Ramón Agulla, de la asociación de vecinos Heroes de Pontesampaio 1809, indicó que "lamentamos profundamente a morte deste traballador porque o primeiro son as persoas e quedáballe moita vida por diante. Unha verdadeira traxedia. Todos os veciños estamos moi afectados porque a ninguén se lle pasou xamáis pola cabeza o que alí ocorríu".
Teniendo en cuenta el grado de destrucción de la nave de la antigua Pontesa, el temor de la parroquia ahora es que el propietario de las instalaciones las abandone por completo, "o que provocará unha desfeita estética nunha zona preciosa da ría e ó carón da estrada". De ahí su petición a las administraciones para que eviten la degradación del entorno en el futuro.
El dirigente vecinal indicó que la actividad de almacenaje comenzó hace unos cuatro años, después de llevar lustros cerrada. Los vecinos, en cierto modo, comprenden al propietario de las instalaciones, porque las adquirió en 2001 con intención de crear puestos de trabajo (entre las opciones se barajó incluso un gran bazar oriental) y riqueza para la parroquia, pero al final se topó de frente con la burocracia y los permisos de Costas. "Entendemos que despois de tanto tempo con todo iso parado, quixera sacarlle uns cartos alugándoo como almacén", señaló.
El caso de la madera concentrada en el exterior es distinto. Agulla manifiesta que "comenzou a acumularse en agosto, durante a sequía", por lo que comparte la teoría de que pertenezca a Ence. Distintas fuentes vincularon los centenares de troncos apilados en el exterior con los que estaban en otras localizaciones y que la pastera tuvo que mover tras suspender la producción a raíz de la sequía, lo que coincide en las fechas con la aparición en el solar.
