La víctima aún es menor de edad

Veintitrés años de cárcel para un vecino de Salvaterra por violar a su hija desde que tenía siete

La menor, natural de Vigo, también sufrió malos tratos por parte de su madre ► Intentó suicidarse en varias ocasiones
La menor aún reside en un centro de menores
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La Sección Segunda de la Audiencia Nacional ha condenado a un hombre natural de Salvaterra do Miño por varios delitos de agresiones sexuales cometidos a lo largo del tiempo, que tuvieron como víctima a su propia hija, a penas que alcanzan los 23 años de prisión. El tribunal que preside Concepción Espejel Jorquera (la misma magistrada que tendrá que juzgar el caso Gürtel, entre otros), consideró probado que el procesado, que actualmente reside en Andorra, aprovechó las visitas de fin de semana que le correspondían para ver a la víctima para violarla, habiendo comenzado en el año 2006, cuando apenas contaba con siete años de edad.

La joven, nacida en Vigo, se encuentra en la actualidad bajo tutela de la Comunidad de Madrid "como consecuencia de la total desestructuración de su familia biológica y la imposibilidad de vivir con ninguno de los progenitores. Con anterioridad vivía con su madre, pero dejó de hacerlo por episodios de maltrato hacia la menor", según destaca la sentencia. La víctima padece "serios problemas psicológico-afectivos", de personalidad y un "acusado estrés postraumático". "Por su situación era ya en su infancia una persona desprotegida y muy vulnerable, como lo sigue siendo ahora en la adolescencia", añade el dictamen.

Sobre los hechos concretos, el tribunal explica que comenzaron con "tocamientos", tras los que el ahora condenado "la amenazaba para que no contara a nadie lo ocurrido". Los episodios que han quedado acreditados se sucedieron entre los años 2006 y 2008, si bien también fueron denunciados otros presuntamente ocurridos en 2012 que no han quedado suficientemente acreditados.

CONSECUENCIAS. "Ha tenido varios intentos de suicidio por los que requirió tratamiento psiquiátrico", relata la AN, que puntualiza que "estaban asociados con exponerse a la verbalización de los abusos o a la presencia de su padre".

La niña, que declaró en el juicio que las violaciones ocurrieron "doce o trece veces, desde los siete hasta los 13 años", explicó, además, que sus padres se separaron cuando ella tenía cuatro años (su padre dijo que ocurrió cuando tenía un año y medio), y añadió que nunca ha tenido relaciones con chicos. "Me da asco".

Para motivar la sentencia, el tribunal de la Audiencia Nacional se basa en "la declaración de la víctima", un testimonio "completo y coherente en sí mismo", "revestido de evidentes elementos corroborativos respecto al lugar, las ocasiones o la forma de producirse los hechos".

EPISODIOS CONCRETOS. Sobre los delitos concretos cometidos por el ahora condenado, la sentencia relata que el primero se produjo "en fecha indeterminada del año 2006, cuando la niña tenía siete años, por la noche, (el acusado) se introdujo en la habitación donde dormía y le efectuó diversos tocamientos".

Más tarde, en 2008, "la obligó en tres ocasiones, bajo la amenaza de pegarle", concluye.

El condenado perderá la patria potestad durante seis años y deberá indemnizar a la víctima con 60.000 euros

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