Emilio Rodríguez: "Vemos que las organizaciones siguen intactas, nuestra batalla es interminable"

▶ El máximo responsable de la Brigada Central de Estupefacientes en el Norte de España es contudente: "Pienso que estamos incautando una mínima parte de lo que entra" ▶ El hallazgo del laboratorio abre un nuevo escenario en la investigación del tráfico de cocaína a nivel mundial
Imagen del interior del laboratorio de Cercedo-Cotobade en pleno estado de produción. NARCODIARIO
photo_camera Imagen del interior del laboratorio de Cercedo-Cotobade en pleno estado de produción. NARCODIARIO

Desde Dubái hasta Nueva York, de Bogotá a Belgrado, de París a Sicilia. En todos los rincones del planeta se estudia con sorpresa el hallazgo del Cuerpo Nacional de Policía en una vivienda de Cotobade y en una nave de alquiler de Mourente, en Pontevedra. Se habla del fenómeno de la ‘relocalización’ de los centros de producción de la cocaína, el negocio ilícito más lucrativo del mundo, en busca de aumentar exponencialmente unos beneficios ya de por sí descomunales.

"Vemos que las organizaciones siguen intactas. Nuestra batalla es interminable. Pienso que estamos incautando una mínima parte de lo que entra". Emilio Rodríguez Ramos, inspector jefe de la Sección Greco Galicia de la Brigada Central de Estupefacientes de la Policía Nacional y responsable del hallazgo del primer gran laboratorio de elaboración de cocaína a partir de pasta base localizado en Europa, se muestra contundente en su valoración. "Ha sido toda una sorpresa, tanto para nosotros como para los propios narcotraficantes de las Rías Baixas".

Una televisión francesa ha desplazado un equipo esta semana a Pontevedra para realizar un reportaje sobre una infraestructura que también reclama la atención de la prensa en Estados Unidos, en Holanda y en toda América Latina. Es difícil pensar que los narcos de O Salnés no supiesen lo que estaba ocurriendo frente a sus narices, y menos tras conocerse la identidad de uno de los presuntos responsables del engranaje criminal: Hernando S.R., hermano de alias Coletas, gran aliado de los capos de la ría de Arousa para la introducción de grandes partidas de cocaína por vía marítima en la primera década del siglo XXI.

El gran éxito policial, obtenido de la colaboración entre la Polícia Judiciária de Portugal y la Policía Nacional, comenzó a fraguarse en el mes de noviembre. Fue entonces cuando los investigadores comenzaron a detectar la llegada de personas ajenas a Pontevedra a la estación de ferrocarril de Vialia. Aterrizaron en Madrid de forma perfectamente legal y fueron alojadas en pisos de seguridad de la ciudad del Lérez a la espera de instrucciones.

El primer paso fue la instalación del laboratorio, que se preparó en una vivienda muy alejada de los ojos y los oídos de curiosos, en medio de una zona boscosa, rodeada de árboles y con un único acceso por un ramal de una carretera poco transitada, la que une la carretera de Ourense con la de Campo Lameiro, a unos 15 kilómetros de Pontevedra.

Una vez que la infraestructura estaba preparada, era preciso dotarla del material necesario para producir los paquetes de cocaína con el logo de Superman que posteriormente serían intervenidos. Así, otros miembros de la organización hicieron llegar los productos químicos (decenas de toneladas) al lugar. La idea era operar a la mayor escala posible, con una capacidad para generar 200 kilos cada día. Para ello, en cuanto llegaron los ‘químicos’ a Pontevedra, el objetivo era empezar a trabajar cuanto antes.

El último escollo que tuvieron que superar fue la extracción de la pasta base de la máquina en la que había sido exportada, una maniobra que retrasó durante algunos días más la puesta en marcha de la estructura narcocriminal. En esos momentos, la Policía esperaba encontrarse con un laboratorio de extracción de cocaína, no con un engranaje capaz de generar sus propios paquetes al mismo nivel que en la selva colombiana. Sin embargo, todo cambió al detectar que en el envío que entró en Europa por Portugal había 1,3 toneladas de pasta base, la materia prima clave para la elaboración del clohidrato.

Algo nunca visto en Europa estaba en marcha, y era preciso abortarlo lo antes posible. Mientras, la organización criminal ya había encerrado, literalmente, a los trabajadores en el laboratorio, despojándoles de la documentación y hasta de los teléfonos. "Solo les dejaban salir a fumar por una pequeña ventana". La idea, procesar cocaína y generar beneficios multimillonarios en tiempo récord. No sabían que tenían a la Policía encima. Cuando lo supieron ya era tarde.

Semana caliente: Juzgan a la red de Carlos Silla y a otro de los clanes de O Vao

Las dos secciones penales de la Audiencia Provincial de Pontevedra se preparan para una semana de lo más caliente. El plato fuerte, ya no solo de la semana, sino de lo que llevamos de año en el Pazo de Xustiza de la ciudad del Lérez, es la vista oral procedente de la operación Lince-Tuneladora, asunto que se inició tras el hallazgo de dos planeadoras con unas cuatro toneladas de cocaína en la ría de Arousa en marzo de 2020. Más tarde se sabría que el presunto organizador de ese gran alijo era el vilagarciano Carlos Silla, cuyo velero, de nombre Benirrás, habría sido hundido tras entregar el valioso cargamento a las lanchas rápidas.

Operación submarina

El conocimiento del lugar exacto del hundimiento, frente a las costas de A Guarda (lugar en el que desembarcó una tercera lancha de menor tamaño), sirvió al juez instructor para ordenar la bajada al pecio, maniobra que se convirtió en la primera operación marítima submarina en la lucha contra el narcotráfico en España. El Buque Oceanográfico Ángeles Alvariño y su robot especializado consiguieron su objetivo de fotografiar distintas partes del barco que acreditan que se trata del citado Benirrás.

En cuanto a Silla, fue detenido meses después cuando se dirigía a Europa con 5,2 toneladas más de cocaína en otro velero, el G-Siro, hechos por los que cumple catorce años de cárcel en Portugal.

Clan de ‘La Cachuela’

Por otra parte, el poblado de O Vao de Arriba vuelve al escenario. Ahora llega el turno del clan de ‘La Cachuela’, cuyos integrantes serán juzgados el martes en un proceso que se espera resolver con un pacto.

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