Los vehículos eléctricos se abren paso en Pontevedra. La irrupción de una nueva forma de transporte es ya una realidad y la Boa Vila no es ajena a ella. Aún así, la implantación de los coches 100% eléctricos tiene todavía desventajas. La falta de puntos de carga, unida a la poca autonomía de los coches eléctricos y su elevado precio son los principales motivos por los que el avance de las energías limpias frente a los combustibles fósiles es todavía lento.
En este panorama, los que sí ganan terreno son los coches híbridos. Así, tal y como recogen datos de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Coches y Camiones), en la provincia de Pontevedra se matricularon en septiembre 113 coches híbridos, casi el doble que en septiembre de 2018, cuando se matricularon 57 vehículos con estas características. Del mismo modo, entre enero y septiembre de este año se vendieron un 27% más de coches híbridos que en el mismo período de 2018.
Este repunte llega después de los reiterados anuncios del Gobierno de Pedro Sánchez, que sitúa en 2050 el fin de los motores de combustión. El precio de los combustibles fósiles también influye en los compradores a la hora de decantarse por un coche eléctrico o híbrido. También las advertencias de la comunidad científica acerca del calentamiento global provocan mayor concienciación de la población, que prefiere moverse reduciendo el impacto que genera en el planeta.
"Notas un ahorro de combustible importante y para moverse por el centro de la ciudad funcionan muy bien", cuenta José Antonio, uno de los taxistas de la parada de la calle Loureiro Crespo
Empresas de reparto y profesionales que se dedican al transporte ya han probado las ventajas de los vehículos híbridos. De este modo, de la flota de taxis de la ciudad de Pontevedra, aproximadamente la mitad son híbridos. "Notas un ahorro de combustible importante y para moverse por el centro de la ciudad funcionan muy bien", cuenta José Antonio, uno de los taxistas de la parada de la calle Loureiro Crespo, junto al Hospital Provincial. "Si antes me gastaba unos 400 euros en diesel, ahora puedo ahorrarme unos cien euros al mes, o incluso más", explica José Antonio, que trabaja con un coche híbrido desde hace seis meses.
También Correos ha implantado en Pontevedra el reparto en moto eléctrica, aunque la mayor parte de las entregas se realizan a pie por las características de la propia ciudad. Así, tres motos eléctricas recorren a diario la urbe para repartir cartas y paquetes. Por otra parte, la multinacional de comida rápida Burger King en Pontevedra también utilizó motocicletas de este tipo para entregar los pedidos de comida a domicilio. Sin embargo, dejó de usarlas por las recurrentes averías que sufrían, tal y como explican fuentes del establecimiento en Pontevedra.
El crecimiento del coche eléctrico es lento, de modo que en la provincia solo se vendieron ocho vehículos de estas características en septiembre de 2019, frente a los cuatro del mismo período de 2018. Además, en lo que va de año se matricularon 72 vehículos eléctricos en Pontevedra.
"Antes gastaba 200 euros ao mes en combustible, agora 30 como moito"
Pero también los particulares optan por las energías limpias y no solo por motivos medioambientales, sino también por el ahorro en diesel o gasolina. "Tiña que comprar un coche e prefería non contaminar", explica Primo Oubiña, que lleva diez meses con un Mini Countryman híbrido enchufable. "Eu fago moitos quilómetros en viaxes cortos porque vivo en Campelo e móvome a Pontevedra a diario, para ese tipo de uso é ideal un coche eléctrico", explica Oubiña. Sin embargo, no se decidió por un coche eléctrico al 100% por la falta de electrolineras en la ciudad y los escasos incentivos que ofrecen las administraciones a este tipo de vehículos. La diferencia entre un coche híbrido y un híbrido enchufable es que este último utiliza más energía eléctrica, que tiene una autonomía de unos 40 kilómetros y un límite de velocidad (sin activar el motor de gasolina) de 120 kilómetros por hora. Sin embargo, un híbrido normal deja de utilizar su motor eléctrico al superar los 50 kilómetros por hora, aproximadamente.
"Cárgoo polas noites e dúrame a batería todo o día. É como cargar un móbil"
"Para os traxectos que fago eu a diario consigo moverme case totalmente con enerxía eléctrica", explica Oubiña, que asegura que antes se gastaba unos 200 euros al mes en gasolina y ahora no supera los 30. "Aínda non hai suficientes puntos de carga, se non decidiríame a comprar un eléctrico. Se quixese ir a Ourense, por exemplo, seríame imposible chegar nun coche eléctrico porque non tería onde parar a cargalo polo camiño", explica.
Su automóvil necesita un tiempo de tres horas para cargar la batería por completo. Sin embargo, existen instalaciones de carga rápida que reducen este tiempo a media hora. "Eu non o necesito porque o cargo polas noites e dúrame a batería todo o día. É como cargar un móbil", cuenta. La instalación de un dispositivo de carga ultrarrápida supone un coste de unos 1.000 euros y se gestiona a través de la empresa distribuidora de energía eléctrica.
