Los meses de agosto, septiembre y octubre son especialmente prolíficos para quienes cultivan y distribuyen marihuana. Es época en la que las plantas adquieren un tamaño idóneo para su recolección y secado, y las personas que se lucran a costa de la salud de los demás lo saben muy bien. Pero también la Guardia Civil, la Policía Nacional y las diferentes policías locales.
La última operación contra estas personas tuvo lugar el lunes por la noche en el barrio marinense de Cantodarea, muy cerca del límite de ese término municipal con el de Pontevedra. El principal sospechoso, que fue detenido, es un vecino de la ciudad del Lérez que regenta una tienda dedicada a la venta de piensos y de plantas.
Las policías Local y Nacional de Marín, que desarrollaron la investigación de forma conjunta, tienen claro que utilizaba el establecimiento para la venta de marihuana a consumidores finales, sirviéndose de la misma como tapadera al alternar transacciones lícitas e ilícitas.
"El autor de los hechos aprovechaba la cobertura que le daba su trabajo en un establecimiento comercial de la zona de Estribela para suministrar cogollos de marihuana en pequeñas bolsitas de plástico a los consumidores, que acudían a su negocio haciéndose pasar por clientes", detallan fuentes de la Comisaría de Marín, coordinadora de las actuaciones.
Los agentes de los dos cuerpos policiales intervinientes en las pesquisas llevaban varias semanas recibiendo distintas informaciones alrededor de las supuestas actividades que se venían desarrollando en la tienda. Establecieron constantes vigilancias vestidos de paisano y de uniforme en el entorno de la misma en las que constataron diversas ventas de sustancias estupefacientes a consumidores de toda la comarca.
Con estos datos en la mano, y ya el lunes pasado, el nuevo comisario de Marín, Javier Fos, y el jefe de la Policía Local, Benigno Blanco, pusieron en marcha la fase de explotación de la investigación, que se inició con la interceptación de un cliente que salía del establecimiento con una bolsita de cogollos y se cerró con el allanamiento de la tienda abierta al público en la que hallaron otras 118 bolsas iguales a las del cliente, además de 800 euros en efectivo producto de las ventas ilícitas.
El detenido, sin antecedentes por delitos contra la Salud Pública, declaró que los efectos de la crisis económica le habían llevado a emprender este negocio ilícito con el fin de obtener nuevos ingresos. El hombre acabó colaborando con los agentes e indicándoles dónde ocultaba la droga.
En estos momentos, el cultivo de cannabis está en pleno auge en todas partes del mundo. Las políticas de despenalización implementadas por muchos países, incluidos varios estados de Norteamérica, y la muy reciente idea de Podemos de regular el mercado en España, parecen animar a muchos a un negocio a todas luces ilícito y con resultados catastróficos para quienes los consumen, en especial en edades tempranas.
Así lo concretan estudios muy detallados como los de los profesores Rial y Boubeta, especialistas de universidades gallegas, que demuestran los efectos perennes que tiene la marihuana cuando se consume desde la adolescencia.
