Ya está aquí. Este sábado comienza el solsticio de verano en el hemisferio norte. Según el Instituto Geográfico Nacional, hasta el 22 de septiembre, concretamente durante 93 días y 15 horas, disfrutaremos de la estación más esperada del año. Un verano que, tal y como informa la Agencia Estatal de Meteorología, será más caluroso que los anteriores. Sin embargo, no será esta circunstancia la que lo haga especial. Y es que, por encima de todo, el de 2020 será el verano de la covid-19. Un verano sin grandes eventos ni conciertos, sin playas masificadas y sin viajes al extranjero, pero verano al fin y al cabo. Cuatro conocidos pontevedreses desvelan cómo será el suyo.
Pepe Solla: "Espero que sea un verano de trabajo y trabajo"
Después de tres meses con la persiana bajada, el pasado miércoles Pepe Solla reabría las puertas de La Radio, el restaurante que regenta en Santiago de Compostela, y este miércoles hará lo propio con el de Poio, por lo que el chef pontevedrés tiene claro dónde pasará este verano y cómo quiere que sea: "Espero que sea trabajo, trabajo y trabajo porque lo necesitamos. Para nosotros es fundamental. El verano es mi temporada fuerte tanto en el restaurante como en los banquetes, que suponemos que podremos hacerlos, y para mí es imposible plantearme hacer escapada de verano, aunque me encantaría".
Así las cosas, el dueño de Casa Solla desea que el de este año no sea un verano "tan diferente" a los anteriores. "Espero que sea muy parecido, honestamente, porque eso querrá decir que funcionamos bien", señala. En este sentido, aunque no tiene certezas, confía en la fortaleza de Galicia como destino. "Creo que va a haber mucho turismo nacional. Lo que esperamos es que no haya rebrote y tengamos que confinarnos otra vez o cerrar parcialmente, entonces sí que sería muy perjudicial, pero las expectativas son buenas. Es la intuición y porque desde que anunciamos apertura estamos teniendo bastantes reservas y eso quiere decir que la gente está con ganas", apunta.
"Creo que va a haber mucho turismo nacional"
También el chef está "muy motivado" y con "muchas ganas" de ponerse "a funcionar". Además, de alguna manera, el poseedor de una Estrella Michelin ya ha disfrutado de su particular verano. "Estas últimas semanas que teníamos movilidad pude aprovechar para navegar, hacer windsurf, bicicleta... Tuve unos días fantásticos. Estaba como de vacaciones y, a pesar de que siento esa ansiedad por empezar a trabajar, hacer platos y recuperar el contacto con el público, que es fantástico, reconozco que cuando disfrutas de días de descanso dices qué guay, qué pena que no pueda hacerlo más, añade.
Eso sí, si todo va bien, cuando termine la temporada alta espera poder realizar un "viaje pendiente" más allá de nuestras fronteras: "Espero poder ir a Tailandia, pero a día de hoy hay mucha incertidumbre, no se puede hacer planes a tan largo plazo. Hay que esperar un poco. A ver si puede salir".
Julia Varela: "En la cuarentena he soñado con Pontevedra"
Para la periodista pontevedresa Julia Varela el de este año será un verano especial por partida doble, ya que además de regresar a su ciudad después de medio año de ausencia, lo hará con su segundo hijo recién nacido. "Salgo de cuentas el 28 de junio pero yo creo nacerá antes. Todo mi confinamiento ha sido en Madrid y ha sido coincidiendo con la última fase del embarazo. En esa fase ya estás poco ágil y con el otro niño aún pequeño se ha hecho duro. Ahora haré un desconfinamiento doble: el mío y el del niño que llevo, el coronabebé", cuenta entre risas.
En este contexto tiene muy claro cómo va a ser su verano. "El mes de julio va a ser para recomponer mi cuerpo aquí en Madrid, en la piscina comunitaria, si abre, y los primeros 20 días de agosto me iré para Galicia. Ya tengo los billetes comprados", anuncia con emoción.
Y es que la periodista de TVE está deseando volver a su tierra. "Esta cuarentena he soñado con la playa en Pontevedra. Aquí, en el asfalto y con el problema con el número de contagios que tenías en Madrid, Pontevedra era mi sueño más que nunca", comenta.
"En agosto iré a Galicia, ya tengo los billetes comprados"
En Pontevedra disfrutará de sus paisajes y de su familia. "Visitaré bastante Raxó porque mi madre y mis tías siempre alquilan allí una casa, iré a la playa lo máximo posible y poco más".
Tras un "año tan raro" no necesita mucho más. "El tema de estar embarazada en tiempos de coronavirus no es fácil. Veías las noticias de fallecimientos, de contagios... eran noticias de dolor, de muerte y tú, al mismo tiempo, estás gestando vida. Es una cosa muy contradictoria, como que la vida se va a abriendo paso . Yo creo que de esta saldremos a lo mejor con unos hábitos adquiridos más sanos en cuanto a higiene y espero que se refuerce la sanidad pública también. Por lo demás, tampoco creo que seamos tan diferentes ni mucho más solidarios, por desgracia", lamenta.
Manel Loureiro: "Hay que apoyar a los que están cerca"
A punto de entregar su próxima novela, que se publicará estas Navidades, Manel Loureiro necesita "aire" o, lo que es lo mismo "vacaciones, familia y relax". Pero, matiza, "estamos en un tiempo tan líquido que hacer planes a un mes o dos vista es muy arriesgado". No obstante, sus planes vacacionales ya están, al menos, perfilados. "¿Dónde? Es la gran pregunta. ¿Dónde no? Está claro que en el extranjero —afirma—. Una quincena será en Galicia, seguro, y lo más probable que la otra en un destino nacional".
Las razones para escoger Galicia las tiene más que meditadas: "Por un lado, por cercanía, porque es lo más prudente, y, por otra parte, por un sentido de responsabilidad social —recalca—. Ahora que vamos a salir en un momento tan comprometido es necesario más que nunca apoyar a los que están más cerca y eso empieza por apoyar a los de tu ciudad y después a los de tu comarca y de tu comunidad autónoma. La solidaridad se tiene que expandir desde dentro hacia afuera", explica.
"La solidaridad se tiene que expandir desde dentro hacia afuera"
En cualquier caso, no tiene dudas de que tanto la comarca de Pontevedra como otros rincones gallegos le proporcionarán el "aire" que necesita "después de cuatro meses en tierra". "Yo soy una persona muy acostumbrada a estar moviéndome todo el rato en un avión de aquí para allá. Echo de menos el ajetreo de los aeropuertos, las carreras de terminal y hasta los controles de seguridad. Yo el año pasado cogí ciento y pico vuelos y este año iba con la misma trayectoria", cuenta.
Las vacaciones le servirán también para desprenderse definitivamente de la novela que le ha tenido ocupado en los últimos tiempos. "Cuando ya empiezas a sacar una cosa de la cabeza, otra ya empieza a ocupar su lugar. Hay una especie de horror vacui y ya hay un par de cositas, pero paso a paso", precisa. Primero debe afrontar "la campaña de Navidad más rara y extraña de la historia". "Las editoriales han recortado muchísimo la cantidad de títulos y solo nos sacan a media docena de veteranos de colmillo retorcido que, por una parte, es genial, porque tienen menos competencia, pero, por otra, la competencia es aterradora: Reverte, Dueñas... Siento miedo e ilusión", confiesa.
Mayka Braña: "En julio a O Hío, en agosto a Sanxenxo"
Viajera empedernida, la actriz marinense ha tenido que suspender más de un viaje por culpa del coronavirus. "En julio íbamos a ir en autocaravana a Barcelona para llevar a mi hijo y a una amiga al concierto de la banda coreana BTS, pero se ha cancelado", cuenta. También ella se queda sin el concierto del grupo noruego A-ha del que es fan incondicional. "Iba a ir la semana que viene a Lisboa a ver a mi banda, pero nada", apunta.
Sin embargo, el coronavirus no ha podido con esos planes que, verano tras verano, lleva a cabo en los destinos más próximos. "Nuestra familia siempre vamos en julio de camping a Hío y este año también lo haremos. Y en agosto tengo un apartamento en Sanxenxo, porque mi abuela era de allí, e iré con mis amigas de San Sebastián, Yoli y Lorea. Sus hijos y el mío han ido creciendo juntos todos los veranos", señala.
"Intenté sacar algo bueno de lo malo que nos estaba pasando"
La pandemia tampoco ha podido con sus ganas de aprender. "Durante el confinamiento aproveché muchísimo el tiempo. Intenté sacar algo bueno de lo malo que nos estaba pasando. Vi muchos directos de Instagram con directores de casting, representantes, directores, músicos... Hice cursos, uno de ellos con el australiano Phillip Noyce, director de Calma total y El coleccionista de huesos, destaca.
Además, aunque en un principio intentó "ordenar armarios y hacer bizcochos", al final se decantó por "darle caña" a un guion de una serie en el que lleva tiempo trabajando. "Iba con mucha calma y ahora le di un gran impulso durante el confinamiento. Creo que es producible y sería aquí en Galicia, pero no digo más que las cosas se malogran", concluye.
