A partir del lunes empezarán a funcionar los contenedores marrones del plan de compost urbano, que se iniciará con 250 usuarios, todos ellos medianos productores de biorresiduos, esto es, restaurantes, fruterías o comercios de alimentación.
El camión de la concesionaria del servicio, Cespa, comenzará a recoger los primeros restos de comida en los 65 contendores que se colocarán en el centro de la ciudad. El edil de Residuos, Raimundo González Carballo, aseguró que la iniciativa, que es de carácter voluntaria, "está a ter moi boa acollida", y que solo cinco negocios han declinado su participación.
El concejal del BNG, que ayer presentó en la Praza de España los contenedores asociados al Plan Composta, asegura que "nunha semana, o sistema xa terá velocidade de cruceiro".