Paula Rodríguez, directora creativa de Brasaanï: "Hice un curso de diseño floral y fue un flechazo inmediato"

A pesar de estar enfocada en el sector de la moda, Paula Rodríguez siempre tuvo la necesidad de experimentar con distintas disciplinas. Hace cinco años encontró su verdadera pasión en el diseño floral y este mes se ha instalado en la ciudad con su estudio floral contemporáneo Brasaanï, ubicado en la calle Rosalía de Castro
photo_camera Paula Rodríguez en su establecimiento de la calle Rosalía de Castro, Brasaanï. RAFA FARIÑA

¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta la apertura de un negocio propio?
Estudié la carrera de administración y dirección de empresas, me especialicé en el sector de moda mediante un máster en Madrid y estuve en varias firmas durante siete años. Siempre me he considerado muy creativa y tenía la necesidad de experimentar más allá de mi trabajo, pero ninguna disciplina me había llenado o empujado a dar un paso más en ella. En la última empresa de moda en la que estuve, hice un curso de diseño floral y me encantó, fue un flechazo inmediato. En un viaje decidí dejar mi trabajo porque no me sentía realizada y quise seguir con esta pasión. Asistí a diversos cursos para seguir aprendiendo más acerca del diseño floral y mientras estudiaba ya comencé a trabajar en el sector. Experimenté con todas las tipologías, desde una perspectiva más tradicional como la de una floristería hasta un trabajo más conceptual con artistas de instalaciones florales de grandes formatos.

¿Qué le inspiró a abrir el estudio?
Me fui de Pontevedra con el comienzo de la carrera a Santiago de Compostela, después viví en Madrid, estuve una temporada en Ourense, volví a Madrid y me fui a Oporto, donde estuve casi tres años. Inicialmente el proyecto se iba a montar en Oporto, pero por coincidencias de la vida acabé volviendo a Pontevedra. Vine a junto mi familia y paseando por la ciudad una amiga me habló del cierre de este establecimiento que había trabajado como floristería. Pregunté por él y de repente todo empezó a coincidir, consideré que era una señal para quedarme y así nació el estudio floral Brasaanï. Llevo de trayectoria cinco años en este sector, pero no tenía un espacio físico y ahora por fin he dado este paso.

¿Cómo definiría Brasaanï?
No quiero definirlo como floristería, el concepto que deseo es el de estudio floral contemporáneo, que sería una idea de local más enfocado al diseño y a la estética. Considero que a la hora de componer tengo una clara influencia de mi pasado en la industria de la moda, por lo que las composiciones tienen una visión más arquitectónica y me baso mucho en la paleta de colores. En definitiva, Brasaanï no está enfocado a la venta de plantas o flores sino al comercio de arreglos florales por encargo y a medida tanto para particulares como empresas. Estoy interesada en orientarme a eventos y bodas, ya que tengo experiencia y es una parte del sector que me gusta mucho. También se van a impartir talleres de diseño floral y me gustaría que este espacio estuviera abierto a otro tipo de disciplinas, es decir, que dentro de unos meses pudiera venir un artista o un ilustrador a impartir un taller de su rama. Otro aspecto que me interesa es que la gente conozca otras variedades de flores, que se atrevan a experimentar en este aspecto.

¿Qué organización tendrán los talleres de diseño floral?
Seguramente esta actividad empiece el próximo mes y se imparta los sábados por la mañana, ya que lo han decidido mis seguidores. No descarto impartirlos también los domingos porque me parecería interesante combinarlo con una idea de brunch. En cuanto a las temáticas, los talleres que se van a impartir serán, por ejemplo, cómo hacer un ramo con la técnica de espiral o cómo se realiza un arreglo en un jarrón.

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