Tras el aviso de la tarde del miércoles, Ciarán se mostró con toda su intensidad en la madrugada y en la mañana del jueves en Pontevedra. Dicen los expertos que la cola de las borrascas es la que arrastra los vientos más fuertes, y eso es lo que ocurrió este jueves en la ciudad y en su comarca. Los constantes avisos por parte de las distintas autoridades y el hecho de que lo peor de la perturbación afectase al Noroeste Peninsular en horario nocturno fueron factores clave para evitar daños personales, que no se produjeron ni en la Boa Vila ni en ningún otro punto de Galicia. Ello fue así a pesar de que se cuantificaron rachas de viento que superaron ampliamente los 100 kilómetros por hora en varios puntos de la comarca (114 en Ons, 110 en A Lanzada y 105 en el monte Castrove, muy cerca de la capital), que, eso sí, hicieron zozobrar a árboles de gran tamaño, muchos de ellos de más de 30 metros de altura que no soportaron la combinación de los vientos del Suroeste y las intensas lluvias que humedecían en exceso sus raíces. Ejemplos de ello se vieron ya por la noche en Campolongo, en cuyo paseo se vino abajo una especie, en una escena que se repitió poco tiempo después en el entorno de Vialia. Otros lugares en los que se registraron incidencias similares fueron la avenida de Bos Aires, a la altura del puente de Santiago, o la misma vía en el entorno de la playa fluvial, donde una de esas caídas provocó el corte a la circulación de la carretera que conduce hacia Monte Porreiro hasta que los Bomberos pudieron resolver la eventualidad.
Precisamente la urbanización de Monte Porreiro fue escenario de varios sucesos que no causaron heridos de casualidad, comenzando por un eucalipto de gran porte cayendo sobre el tendido eléctrico y la calzada en la calle Escocia y siguiendo con más especies que dañaron a coches estacionados y a contenedores en la Plaza de Europa y en la calle Holanda.
La misma estampa se vio en Ponte Cabras, en plena Xunqueira de Alba, con otro árbol de la misma especie y más de 30 metros de altura viniéndose abajo a media mañana, con algunos coches circulando por el entorno y un equipo de este periódico como espectador de excepción en este mismo instante.
También por la mañana, otro árbol cayó sobre un vehículo en la zona de Vialia, y uno más en Campañó, muy cerca de un centro escolar, según informaron fuentes municipales. Junto a ello, se repitieron los contenedores volcados o lejos de su ubicación original y se produjeron cortes puntuales del suministro eléctrico en varios puntos del rural.
En el centro hubo pequeñas incidencias, como una caída de cristales en A Pedreira o algunas chapas en Joaquín Costa.