Vilaboa y Marín son los concellos del área más lentos en pagar a sus proveedores

Mientras Ponte Caldelas y A Lama suelen abonar sus facturas en menos de diez días, los dos municipios costeros rondan las 75 jornadas de media ▶ Entre las grandes ciudades gallegas, Pontevedra es la tercera más rápida

Rexistro Xeral del Concello de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Rexistro Xeral del Concello de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

Conseguir un contrato con una Administración pública es casi siempre una muy buena noticia para cualquier empresa o profesional autónomo. No obstante, a la hora de pagar por el servicio prestado no todas las instituciones actúan con la misma diligencia y en ocasiones los retrasos en el cobro se convierten en un auténtico quebradero de cabeza para los interesados.

En la comarca de Pontevedra y los demás municipios del área de influencia de la capital, los ayuntamientos más lentos a la hora de saldar cuentas con sus proveedores son Vilaboa y Marín, según los datos del último trimestre de 2018 que maneja Hacienda.

El Ministerio publica periódicamente cuáles son los plazos medios de pago a proveedores en base a la información que le facilitan los concellos y las comunidades autónomas, así como el detalle de la información más relevante en materia de morosidad y deuda comercial.

Período medio de pago a proveedores - ProvinciaLa ley da a los ayuntamientos hasta un máximo de 30 días para aprobar las facturas y, una vez que ese paso está dado, el período para abonarlas es de otros 30 días naturales. A pesar de ello, no todos cumplen con estos requisitos.

Aunque las administraciones van variando sus períodos de pago en función de su disponibilidad presupuestaria y de otros factores, el último informe de Hacienda revela que en los tres últimos meses del año pasado Vilaboa tardó una media de 76 jornadas en despachar a sus proveedores y en el caso de Marín fueron casi 75.

A pesar de que su demora fue menor, otros que superaron el plazo de un mes fueron Poio y Bueu, mientras que Pontevedra se quedó un poco por debajo. Según el Ministerio, el concello capitalino tardó casi 28 días en saldar facturas, si bien el propio Gobierno local precisó que fueron 51 días, ya que este contabiliza el tiempo transcurrido desde que la factura es registrada y, por el contrario, el departamento estatal cuenta desde otro punto de la tramitación.

Aunque la Administración capitalina presume de agilidad burocrática en el pago a terceros, hay otros ayuntamientos mucho más veloces. Concretamente, sin salir de la comarca, Ponte Caldelas, Campo Lameiro y A Lama son los más rápidos, ya que en el último trimestre de 2018 ninguno de ellos alcanzó los diez días de demora media. También Barro está entre los que pagan pronto a sus proveedores, con solo 13 jornadas, mientras que Sanxenxo los hizo esperar 22,5 días.

Obviamente, el tamaño del concello influye, ya que un municipio grande dispone de más personal para asumir la burocracia, pero también gestiona muchos más contratos que uno pequeño y eso podría ralentizar la tramitación. A pesar de ello, este factor no resulta totalmente determinante para justificar un tiempo de espera mayor. Como ejemplo, el concello más pequeño de la provincia de Pontevedra es Mondariz-Balneario y este terminó el año con un período medio de pago a proveedores de 44 días, mientras que los concellos más poblados después de Pontevedra y Vigo son Vilagarcía y Redondela y en ambos casos la media fue de 23 y de ocho días, respectivamente.

PROVINCIA. Si se analizan todas las localidades de la provincia se puede comprobar que hay administraciones locales realmente rápidas, pero también existen casos sangrantes en los que las empresas se tienen que armar de paciencia hasta recibir su dinero por el servicio prestado.

De acuerdo con los datos de Hacienda sobre el último trimestre de 2018, Vilanova de Arousa es la localidad que más se hace de rogar a la hora de abonar facturas. Allí, los proveedores esperan más de un año para cobrar: 384,89 días.

Tampoco se quedan cortos O Porriño (con 125 jornadas de media) y Catoira (con 115).

En el lado opuesto del ranking están los más veloces: Silleda (ni siquiera un día de media), Soutomaior (2,82), Moaña (3,35), Gondomar (3,80) y O Rosal (4,88), así como Covelo, Vila de Cruces, Ponte Caldelas, Meaño, O Grove y Caldas de Reis, ninguno de los cuales llega al margen de ocho días para pagar a sus proveedores.

Pero, ¿qué ocurre con las grandes ciudades de Galicia? En comparación con las demás, la capital del Lérez se queda en la parte media de la tabla, pues los ayuntamientos más ágiles abonando facturas son Vigo y Lugo (en torno a diez días cada uno), A Coruña se aproxima a la Boa Vila con casi un mes de espera, y Santiago y Ourense son mucho más lentos, con 58 días de media en un caso y 72 en el otro.

Por su parte, las diputaciones provinciales son más veloces: entre octubre y diciembre de 2018 la de Pontevedra tardó 15,7 jornadas de media, lo que supone un período bastante mayor a la de A Coruña (4,45 días) y la de Lugo (7,80), pero menor que la de Ourense, que, al igual que sucede con el concello de las Burgas, es también la administración provincial que se toma con más calma el pago a las empresas (20,6 días).

Galicia presume de ser la CC AA que antes paga de toda España
Además de los datos referidos a las administraciones locales, el Ministerio de Hacienda también recoge periódicamente la información de pagos, morosidad y deuda comercial de las comunidades autónomas.

En dichos listados, Galicia puede presumir de ser la que antes paga a sus proveedores. Concretamente, en diciembre de 2018 la comunidad gallega tardó solo 16,93 día de media en abonar facturas. El segundo del ranking español es el País Vasco (con una media de 18,13 días) y la tercera comunidad es Andalucía (con 22,46). Por el contrario, las administraciones autonómicas que más se hacen de rogar a la hora de pagar a sus contratas son Cantabria (que lidera el ranking de las más lentas con 77,37 días de media), Baleares (49,38) y Castilla-La Mancha (38,16).

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