La concejala de Seguridade e Protección Cidadá, Eva Vilaverde, anunció el viernes un "reforzo policial" en el casco histórico de la ciudad "para garantir que o resto da xente que estea alí estea en harmonía ou en tranquilidade e non teña que haber esta problemática de convivencia e ruido que se estaba xerando" con el botellón, que puso a vecinos, hosteleros y comerciantes en pie de guerra. "Xa o tiñamos contemplado e imos facelo", apuntó el viernes tras una reunión "moi satisfactoria" que ella y la portavoz del Gobierno local, Anabel Gulías, mantuvieron con representantes de la asociación de vecinos de Santa María, de Hoempo y de Zona, así como algunos residentes más de la zona vieja, para explicarles la "alternativa" de abrir la explanada del Recinto Feiral y programar actividades musicales para "xente moza e non tan moza que está no centro histórico, pero non dentro dos locais».
En la mesa estuvo Carmen Blanco, que vive en la plaza Valentín García Escudero, uno de los puntos más afectados por el botellón, quien teme que los conciertos del Recinto Feiral no solucionen el problema. "Nos parece bien si están allí hasta las seis de la mañana si se lo permite la ley, pero que no vuelvan a la una, cargados de alcohol, a hacer de todo: vomitar, cagar, mear...".
Miguel Lago, presidente del colectivo de comerciantes Zona Monumental, espera que la medida «sea disuasoria» y tenga éxito igual que cuando se implantó hace 13 años. "Hay que ver como funciona y si no pedir que tomen otras medidas: refuerzo policial, vigilancia, sanciones... Hay incumplimentos sancionables". Espera que, "si vuelven" vayan directamente al interior de los locales: "y no se junten 150 personas" en García de la Riega. "Tenemos que dejar pasar algún tiempo, que se eliminen las restricciones de aforos, y se solucionará el tema".
En todo caso, Vilaverde sostiene que es necesario "ver como paulatinamente mellora a situación" y comprobar que estas medidas sean eficientes. "Somos optimistas de cara a que a convivencia será posible no centro histórico". En todo caso, matizó, "non pretendemos baleirar o centro histórico de xente" y perjudicar a la hostelería, pero el problema surge a primeras horas de la noche, "por problemas de aforos e horarios, porque se fan colas para entrar a locais e porque hai xente que non ten capacidade económica ou idade para entrar nun local. Esa é a alternativa que damos no Recinto".
NORMALIDAD PRECOVID. Ante la posibilidad de que quienes acudan al Recinto Feiral acaben regresando al casco histórico para seguir con el botellón, la edil considera que "non vai volver toda" y que, en todo caso, entraría en los locales de hostelería. "Esperamos que isto solucione ese problema de ruidos. É o primeiro fin de semana. Imos ver como vai" y, en todo caso, "iremos adaptando os horarios en función das necesidades dos veciños, dos locais e de todo o mundo".
La intención es que el programa festivo del Recinto tenga "unha continuidade" todos los fines de semana, adaptándolo incluso a algún jueves. Este sábado, que actuará Lou Van Street Band, habrá carpa ante las previsiones de lluvia. Sobre si habrá vigilancia, señala que "se son necesarios, haberá controis se son necesarios para evitar conflictos, pero intentamos volver á normalidade previa á covid".
