El servicio de Digestivo del Chup y el centro de salud Virxe Peregrina ultiman los detalles de un ensayo clínico que pretende adelantar el diagnóstico de daños hepáticos y, como consecuencia, aumentar el porcentaje de diagnósticos precoces en el cáncer de hígado. Una enfermedad que en la mitad de los casos se detecta de forma tardía y que, además de presentar una tasa de supervivencia muy baja, de apenas el 25% en el plazo de cinco años, tiene una especial incidencia en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés.
Exactamente, según los datos publicados en el último Rexistro Galego de Tumores (Regat), en el área sanitaria se diagnosticaron el año pasado 63 nuevos casos de cánceres hepáticos (47 en hombres y 16 en mujeres), pero lo que llama especialmente la atención es que tanto esta área como la de Vigo superan notablemente la media gallega de incidencia.
En el caso concreto de Pontevedra, en los hombres la ratio se mueve en los 29 casos por cada 100.000 habitantes, 4,5 puntos por encima del promedio autonómico, y en las mujeres en los 8,3 casos, 2,1 puntos más que la media regional.
Las causas: cirrosis e hígado graso
El jefe de Digestivo del Chup, Juan Turnes, explica que el cáncer de hígado tiene varias causas detonantes, pero que entre todas ellas despunta una: la cirrosis, la cual genera nueve de cada diez tumores hepáticos.
Los estudios realizados hasta la fecha calculan que esta patología afecta a entre un 1% y un 2% de la población, unas 4.000 personas en el caso del área sanitaria, y según el especialista, su principal desencadenante es el consumo excesivo de alcohol, "algo que, por connotaciones sociales y culturales, está integrado en nuestro modo de vida".
Otra de las causas es el hígado graso, que ha ido escalando puestos hasta situarse como el factor detonante de cirrosis que más ha crecido en los países occidentales. En España ya afecta a uno de cada cuatro adultos (en Galicia la tasa es algo superior) y, según matiza Turnes, es una enfermedad que hace que se acumule grasa en el hígado y que está relacionada con "los hábitos de vida menos saludables" que se han ido extendiendo en los últimos años, asociados muchas veces al sobrepeso, diabetes, hipertensión o problemas de colesterol.
Otra de las causas frecuentes en el desarrollo de la cirrosis era la hepaticis C, pero los últimos tratamientos (que curan la infección) han conseguido reducir a mínimos estos cuadros. De hecho, aunque oficialmente los estudios no señalan causas concretas, Turnes intuye que, si Pontevedra y Vigo despuntan como áreas con más incidencia de cáncer de hígado, "lo más probable es que sea por causas de tipo ambiental", relacionadas sobre todo con los hábitos de vida.
La clave: diagnóstico precoz
En los últimos años han aparecido nuevas combinaciones de tratamiento (basadas sobre todo en la inmunoterapia) que prometen mejorar el índice de supervivencia. El gran problema, según el jefe de Digestivo, es que la mitad de los pacientes que son diagnosticados de cáncer hepático desconocían que tenían una enfermedad previa del hígado debido a la falta de síntomas y de pruebas, por lo que muchas veces cuando se diagnostica el tumor éste ya se encuentra en un estado muy avanzado y "muchos casos ya solo sean candidatos a cuidados paliativos".
En este contexto, el especialista considera que "el gran reto" es mejorar el diagnóstico precoz y que para ello resulta esencial identificar personas en riesgo de tener una cirrosis hepática. ¿Cómo? Por ejemplo, mediante iniciativas como el ensayo clínico que se prevé llevar a cabo en el Virxe Peregrina, un proyecto denominado Carpa y en que el participan once hospitales y centros de salud de toda España.
El objetivo es identificar a las personas que, estando asintomáticas, tienen un daño hepático avanzado. Para ello, se usarán indicadores analíticos que apuntan a un posible riesgo de sufrir un daño hepático y posteriormente se realizarán dos métodos. Parte de la población diana se someterá a una prueba de fibroscan, que mide la rigidez del hígado, y la otra parte a una analítica "que todavía no está disponible en España pero que, en principio, tiene una fiabilidad en principio muy parecida a la prueba de imagen".
En total, está previsto evaluar a cerca de 800 personas en el plazo de doce meses, además del plus que supone que el Virxe Peregrina pueda hacer uso del fibroscan durante el ensayo, cuya duración se acercará a los dos años. "Es otro de los beneficios de la investigación clínica, porque es un aparato que en apenas cinco o diez minutos nos permite saber si una persona tiene problemas en el hígado y que, además, se puede emplear para otras cosas", subraya Turnes.
El ensayo permitirá clarificar si con un análisis de sangre se puede identificar a los pacientes con riesgo de sufrir una enfermedad avanzada del hígado.
La supervivencia sube al 95% si se detecta a tiempo
En Galicia se diagnosticaron el año pasado 509 casos (376 hombres y 133 mujeres) de cáncer de hígado, cuyo día internacional se conmemoró este lunes. Más del 60% de estos tumores se detectan a partir de los 65 años, cuando es más común localizar la enfermedad en estados avanzados. En estos casos, cuando el tumor está muy desarrollado, la supervivencia al año se sitúa por debajo del 30%.
En cambio, cuando se localiza en las fases cero o uno, la supervivencia es superior al 95%. "En algunos casos se trata con cirugía, pero también se puede curar con otras técnicas que eliminan el tumor", destaca Turnes.