Visto para sentencia el juicio contra el padrastro acusado de abusar de sus hijas

El fiscal mantiene la petición de 19 años de prisión para el acusado, al considerar probados los delitos de violación y abusos sexuales continuados contra las menores a su cargo

El acusado, durante la declaración de un testigo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO - Acusado de violar a sus dos hijastras en Vilagarcía
photo_camera El acusado, durante la declaración de un testigo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO - Acusado de violar a sus dos hijastras en Vilagarcía

Tras varias jornadas de juicio, este miércoles se presentó ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra el último testigo de la defensa encargada del caso del vecino de Vilagarcía acusado de abusar y violar continuadamente a sus dos hijastras. Se trata del cuñado del procesado, tío de las víctimas.

Con la presencia de este testigo la defensa pretendía "quebrar la declaración" de la mayor de las víctimas, con la que el acusado, tras realizarle tocamientos no deseados durante varios meses, comenzó a mantener relaciones sexuales completas cuando ella tenía 13 años. La víctima, que declaró ante el tribunal el pasado 12 de julio, aseguró que en esos encuentros, que se extendieron durante cuatro años, no existía ningún tipo de consentimiento, exposición parcialmente aceptada por su padrastro y ratificada por las dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Galicia, que aseguraron en su declaración como peritos ver "coherencia" entre el relato de la joven y su "afectación emocional". El cuñado del acusado declaró ante la sala que tanto él como su esposa y amigos sospechaban "al cien por cien" que existía una relación entre el padrastro y su hijastra; sobre los abusos que el acusado confesó haber cometido sobre su hijastra pequeña entre los años 2015 y 2016, cuando la niña tenía 11 años, reconoció no haber recelado. El testigo también destacó, de manera rotunda, que pese a sus pesquisas sobre la posible relación entre su sobrina y su cuñado, nunca vio hacia él más amor que el filial.

"La menor actuaba amedrentada no solo por una relación de poder: también por la presión para mantener el secreto"

 

Tras la presentación del último de los testimonios, el fiscal consideró probado el delito de violación continuada sobre la mayor de las víctimas. En opinión del representante del Ministerio Público, la relación de superioridad y parentesco entre el acusado y la mayor de sus hijastras tiene un peso fundamental en el desarrollo de los hechos. El fiscal añadió que "la menor actuaba amedrentada no solo por la relación de poder, sino también por la presión para mantener el secreto. Todo esto se constata y refuerza con la exploración psicológica de las psicólogas del Imelga", quienes declararon que la joven sentía "culpabilidad y vergüenza".

Según el abogado de la defensa, "el miedo a las represalias no existe en ningún momento", y la supuesta relación sentimental entre la menor y su padrastro era "absolutamente consentida y conocida". Basándose en esta hipótesis, y teniendo en cuenta que durante su detención el acusado informó de los tocamientos a los que sometió a su hijastra pequeña, de los que no se tenía conocimiento hasta ese momento, la defensa consideró que debería rebajarse su pena inicial.

Sin embargo, el fiscal creyó probados los delitos y mantuvo la petición de catorce años de prisión por la agresión sexual continuada y cinco años de cárcel por un delito de abuso sexual continuado. El representante del Ministerio Público pidió también indemnizaciones para las víctimas: una compensación de 50.000 euros para la mayor y otra de 9.000 euros para la pequeña.

En su última declaración, el acusado aclaró que "quería pedir perdón a mi esposa y a mi hijastra menor; me arrepentiré el resto de mis días". Su caso quedó visto para sentencia, a la espera de que el tribunal de la sección segunda dicte su fallo definitivo.