Vitriño recibe su primera condena por narcotráfico en la Audiencia Provincial

El vilanovés, que salió absuelto en dos juicios anteriores, deberá pasar cuatro años y medio entre rejas por tráfico de cocaína ►Los hermanos García Santos también fueron condenados (a nueve y siete años de cárcel), junto a siete personas más
Una imagen del juicio celebrado en Pontevedra
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Víctor Manuel García Paz, Vitriño, uno de los nombres más vigilados por las fuerzas de seguridad que combaten el narcotráfico en O Salnés, acaba de conocer el alcance de su primera condena por un delito contra la salud pública. Después de librarse in extremis en dos procesos judiciales anteriores, de los que salió absuelto, Vitriño deberá pasar cuatro años y medio entre rejas (salvo que prospere el más que posible recurso que interpondrá ante el Tribunal Supremo), en virtud de la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

El juicio, celebrado en octubre en el Pazo de Xustiza de la ciudad del Lérez, sirvió también para acreditar la participación en los hechos de los también vilanoveses Juan Miguel y José Luis García Santos, condenados a nueve y siete años de cárcel, respectivamente, y de siete personas más que, en menor medida, se dedicaban a la venta de sustancias estupefacientes (principalmente cocaína, pero también heroína) en distintos puntos de la provincia.

"Los hechos que se atribuyen a los investigados han sido suficientemente acreditados en el plenario". El fiscal Antidroga, Luis Uriarte, concluyó así su alegato tras el juicio que desemboca en la actual sentencia contra los diez acusados de integrar un grupo criminal dedicado a la venta de sustancias estupefacientes, especialmente cocaína, teniendo como base el lugar de A Pantrigueira, en Vilanova de Arousa.

La Policía considera que Juan Miguel García Santos, cabecilla de la organización, y el citado Vitriño eran socios en las actividades ilícitas, aunque la pena de cárcel es menor para García Paz por un motivo: la cantidad de cocaína cuya venta pudo ser acreditada en el juicio.

Uriarte explicó que Vitriño, que nunca antes había sido condenado por narcotráfico, "llevaba meses vendiendo droga sin parar. No tenía otra ocupación". El fiscal señaló en su informe definitivo, en el que pidió la condena de cuatro años y medio que se le impuso, que no existía prueba directa de la venta de cocaína pero "sí abundantes indicios que conducen a pensar que eso fue así".

Conversaciones telefónicas empleando un lenguaje críptico para referirse a la cocaína, seguimientos de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la propia incautación de las sustancias (en dos de los paquetes atribuidos a los hermanos García Santos fueron halladas sus huellas dactilares) son algunos de los elementos probatorios que puso sobre la mesa el Ministerio Fiscal.La mayor condena (nueve años de cárcel) fue para Juan Miguel García Santos, al que pudo atribuir la venta de dos kilos de cocaína (a Vitriño solo pudo imputarle 200 gramos).

Destacó en este juicio la gran ostentación de bienes materiales que practicaban algunos de estos narcotraficantes afincados en el lugar vilanovés de A Pantrigueira. La Policía Nacional detectó su presencia en plenas transacciones de droga a bordo de un Audi A-8 o un Audi S-3, vehículos que jamás emplearían para sus actividades ilícitas las personas que se dedican al lucrativo negocio en la actualidad, conscientes de las sospechas que ello infunde en las autoridades.

Entre los condenados hay residentes en Bueu, Arcade, A Coruña, Vilagarcía y Vigo que movían droga por toda Galicia.

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