Las viviendas de alquiler turístico alcanzan una ocupación del 60%

Crece la demanda de casas completas con piscina y se prolongan las estancias largas en zonas menos turísticas frente a las ciudades
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photo_camera Una familia en el paseo de Silgar. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La primera quincena de julio dejó en la provincia una ocupación del 60% en las viviendas de alquiler turístico. Los datos no son malos ante las expectativas que dejó el confinamiento de la pasada primavera y, según los propietarios de immuebles de este tipo, es probable que mejore en la segunda quincena. Sin embargo, las reservas (y también las cancelaciones) de última hora son determinantes en un verano como el de 2020. De este modo, la aparición de rebrotes o no está marcando el ritmo de las reservas, pero también de las anulaciones, tal y como explican los propietarios de las viviendas.

Los datos de ocupación que maneja la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia están por debajo de los de julio de 2019, cuando las plazas estuvieron llenas por encima del 70%. "Hay que tener en cuenta que es una media de todo el mes de julio y los datos que tenemos ahora son solo de las dos primeras semanas", señala la presidenta de la asociación, Dulcinea Aguín, que recuerda que la primera quincena de este mes es siempre más floja.

Los datos son mejores para las viviendas unifamiliares con piscina, una opción que ha cogido especial impulso este verano, al igual que los destinos de interior frente a la costa.

Aumentan las demandas de última hora y se establece una mayor flexibilidad ante las cancelaciones

En cuanto a la procedencia de los turistas, en su mayor parte son españoles. "Muchos son gallegos, aunque también hay asturianos, de Castilla y León y de Cantabria", cuenta Aguín. Por otra parte, los veraneantes procedentes de Madrid suelen llegar en el mes de agosto, tal y como indica Aguín. En las actuales semanas se está produciendo un número elevado de reservas de última hora que podrían salvar el verano. Aún así, los propietarios han establecido mayor flexibilidad en las cancelaciones ante posibles pasos atrás en la desescalada. "Lo que diga hoy sobre las reservas de las próximas semanas no tiene validez porque hay mucho movimiento, puede estar todo reservado y surgir de repente un montón de cancelaciones y lo contrario", cuenta Aguín.

Otra apreciación que hacen desde la asociación es que las estancias se han alargado en el rural, con reservas de entre 10 y 15 días, en detrimento de destinos más turísticos, donde las pernoctas se reducen a entre dos y tres días. "Las ciudades son los destinos más castigados y hay zonas como Forcarei, Cotobade o Lalín que están atrayendo a bastante gente", explica. Los precios se han mantenido con respecto a temporadas anteriores, "pese al esfuerzo que implican las medidas higiénicas y el cumplimiento de las normas sanitarias".

Como conclusión, Aguín explica que "no podemos estar satisfechos con la situación por todo lo que conlleva, pero dentro de todo el contexto actual hemos conseguido unos datos mejores de lo que esperábamos", cuenta.

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