Aparcar mal tiene castigo y de eso saben bien los pontevedreses, que durante décadas han sido testigos de la frenética actividad de las distintas grúas privadas que se encargaban del servicio municipal.
Sin embargo, bien por una mayor conciencia cívica, bien por haber aprendido la lección o bien porque el actual diseño urbano ha reducido la presencia de vehículos por el centro, lo cierto es que el volumen de retiradas ha venido experimentando un progresivo descenso en los últimos diez años. Tendencia que se ha mantenido en 2021, al margen de la singularidad del año de la pandemia.
Así, de los 5.508 vehículos enganchados por la grúa en 2011 se ha pasado a los 2.793 del pasado ejercicio, lo que supone una reducción cercana al 50%: concretamente de un 49,29%. Esta tendencia a la baja se viene manteniendo en el tiempo, pues la comparación con el último lustro es también negativa, en un 40%.
Más de la mitad de las intervenciones se realizaron en zonas de carga y descarga
En este montante se incluyen tanto las infracciones (que el pasado año fueron 1.966, el 70% de toda la actividad), como los traslados (por ejemplo, por eventos deportivos) y las inmovilizaciones (que sumaron 580).
La estadística se rompe, por motivos obvios, si se equipara 2021 con el año de la pandemia, donde las restricciones y los confinamientos redujeron los desplazamientos en coche a la mínima expresión, con el consiguiente descenso en el riesgo de cometer una infracción susceptible de conllevar retirada por la grúa.
Pese a no ser significativo ni arrojar ninguna conclusión válida, el balance efectuado por la Policía Local refleja un repunte de retiradas del 47,7%
¿QUÉ ES LA FOTOGRÚA? Existen tres canales para activar el enganche de un vehículo mal estacionado: la alerta de un particular afectado, la infracción denunciada por un policía local o la fotogrúa, es decir, cuando el operario de la misma observa una situación susceptible de retirada.
En ese caso, el protocolo le obliga a enviar una foto de la situación a la Jefatura de la Policía Local, donde un agente la revisará y determinará si procede o no la intervención. En caso afirmativo, le envía al móvil del trabajador la denuncia para que la imprima y la deje en el vehículo antes de su traslado al depósito municipal.
El 90% de estas actuaciones se producen en zonas de carga y descarga, si bien fuentes de la Policía Local aclaran que "cuando hay la más mínima duda, se desplaza a la zona un agente para comprobar si la retirada está o no justificada".
Aparcar en zonas reservadas a otros vehículos fue también el principal motivo de las intervenciones de la grúa el pasado año: el 50,4% de los 2.793 enganches.
La tozudez de un conductor le costó tres retiradas en el mismo mes
Le siguen los estacionamientos en carriles o partes de la vía reservadas a otros usuarios (el 27,6%) y, a más distancia, haber parado el coche impidiendo la salida o el acceso a un garaje (8,3%) y detenerse en la vía constituyendo un peligro para la circulación u obstaculizando la misma (5,3%).
EL PEOR DÍA. Curiosamente, el día de la semana en que más ha trabajado la grúa el pasado año fue el sábado, con casi una de cada cuatro retiradas. Teniendo en cuenta que la calle con más denuncias fue Rafael Areses, la interpretación es que la mayoría de los enganches se debieron a aparcamientos indebidos en los días de feria.
En cuanto a los meses, la peor época del año para los infractores fue octubre, con 241 retiradas (el 12% del total), seguido de cerca por septiembre (233) y junio (185). Por contra, el mes más tranquilo fue enero, con 75 actuaciones.
El balance municipal tiene un apartado reservado a los tramos horarios, en el que se comprueba que el de mayor actividad de la grúa es el comprendido entre las 9 y las 12 horas, es decir, el momento de los traslados a los colegios o de acudir a los centros de trabajo.
El enganche de la grúa cuesta 115 euros más otros 15 por cada día en el depósito, cantidad a la que hay que sumar la multa
Tradicionalmente, las noches suelen ser más relajadas para los operarios de este servicio, que solo han tenido que romper la vigilia en el 18% de las ocasiones.
La inmensa mayoría de las retiradas se produjeron a un solo vehículo, aunque hubo 50 conductores que hicieron doblete durante el pasado año.
Sin embargo, el colmo se lo lleva el propietario de un coche que fue víctima de la grúa en cuatro ocasiones, tres de ellas en el mismo mes de octubre y dos el mismo día: una al mediodía en la avenida de Bos Aires y la otra por la tarde en la avenida de Vigo. En este mismo lugar volvió a ser denunciado nueve días después.
Teniendo en cuenta que cada enganche tiene un coste de 115 euros más otros 15 euros por día en el depósito, la persistencia del infractor le costó casi 500 euros, a los que hay que sumar las correspondientes multas: 200 en cada caso (la mitad por pronto pago).
