Luismi Areda, técnico del Pontevedra CF, había acostumbrado a los aficionados a variar sus onces según el rival. Sin embargo, en el duelo ante el Celta B parece que las cosas han vuelto a la normalidad: desde el esquema hasta los hombres alineados. Uno de los aspectos clave ha estado en el sistema: un 4-2-3-1, con Arruabarrena como referencia en ataque. Aun así, no funcionó del todo porque al delantero no le llegaron balones para rematar y los que sí le llegaron no consiguió encajarlos en la meta contraria.
Así, el técnico del Pontevedra CF apostó por Adrián León y Víctor Vázquez como pareja de centrales. El de Marín es un fijo en el equipo titular granate, lo ha jugado absolutamente todo por ahora. Su experiencia y su calidad le avalan. Mientras tanto, el cántabro se ha habituado a la posición defensiva, pese a que su lugar habitual era el centro del campo. De hecho, salvo los momentos en los que estuvo lesionado, lo jugó todo.
Junto a ellos, estuvieron en los laterales Nacho López, otro fijo, y David Castro, que también ha modificado su posición habitual de central para situarse en la banda. Mientras tanto, los que siguen sin tener minutos son el jovencísimo Juan Barbeito (jugó unos minutos ante la Cultural saliendo desde el banquillo) y el central Campillo, un futbolista con experiencia y que ha demostrado ser muy solvente en la defensa pero que solo ha estado frente al Navalcarnero.
La pareja de centrocampistas Kevin Presa y Álex Fernández es habitual, aunque este último puede sustituirse en algún momento por Mouriño, por ejemplo. El problema es que el domingo no funcionó: no estuvieron bien y eso provocaba que no hubiese un buen entendimiento con los futbolistas de ataque.
Así, por las bandas el domingo jugaron Javi López y Álex González. Tanto uno como el otro se han asentado en el equipo titular. Ambos se han mostrado solventes en sus respectivas facetas. Asimismo, como mediapunta se situó Pedro Vázquez, que no tuvo su día y le faltó frescura para aliarse con el delantero de referencia: Mikel Arrubarrena. El vasco no tuvo su día, estuvo impreciso en ataque y tampoco le llegaron demasiados balones, algo que complicaba su posición.
El problema ahora está en que si a David Castro no le quitan la segunda tarjeta amarilla recibida en el enfrentamiento ante el Celta B, Luismi tendrá que rehacer su línea defensiva para el choque frente al Fuenlabrada, uno de los mejores equipos de la categoría en estos momentos.
La plantilla se entrenó el lunes con normalidad y este martes vuelve a tener sesión técnica. Como es habitual, descansará mañana para retomar la actividad el jueves con la vista puesta en los dos partidos siguientes, ya que después de jugar ante el Fuenlabrada, el Pontevedra se enfrentará a la Ponferradina.
Por lo tanto, el club podría reclamar esa sanción. En caso de que el Juez de Competición dé la razón al Pontevedra CF, solo contaría la primera tarjeta amarilla recibida por David Castro y estaría disponible para el enfrentamiento ante el Fuenlabrada.
El colegiado recogió en el acta que el futbolista fue amonestado por "impactar con el brazo de forma temeraria en un contrario en la disputa de un balón". Por lo tanto, queda en manos del Comité de arbitros decidir si se la quita.
Cabe destacar que la de David Castro sería de momento la única ausencia para esta jornada. El resto de la plantilla está disponible, aunque a lo largo de la semana podrían ocurrir imprevistos. De hecho, el acta arbitral recoge unas molestias de Kevin Presa en su pierna derecha. El jugador cojeaba en el tramo final del duelo, pero la lesión parecía no tener demasiada importancia. Eso sí, habrá que ver si los dolores se repiten a lo largo de estos días.
