La vuelta al cole se retrasa en Pontevedra

Las familias buscan otros medios para lidiar con el "esfuerzo económico" a través del préstamo de libros o la apuesta por la tecnología en las aulas
Clientes interesándose por libros de texto en la Librería Sant Yago. DAVID FREIRE
photo_camera Clientes interesándose por libros de texto en la Librería Sant Yago. DAVID FREIRE

Pese a que estamos a principios de agosto, es indudable que poco a poco el curso escolar 2021-2022 se va acercando. Con esta vuelta al cole, llega el momento para las familias de efectuar la compra de todo lo necesario para afrontar el curso, como pueden ser los libros de texto, el material escolar o los posibles uniformes. Sin embargo, parece que este año, continuando la tendencia de los últimos "agostos", los padres parecen dejar "los deberes" para última hora.

En librerías pontevedresas como El Pueblo, Sant Yago o Escolma poco queda de esa tradicional imagen de padres y madres agolpándose a las puertas de los establecimientos y formando largas colas para adquirir los libros de texto asignados por los centros educativos.

El préstamo de libros, cada vez más popular en todas las franjas de enseñanza, es uno de los problemas a los que señalan las librerías. "Estamos encargando libros, pero la gente también está pendiente de libros que le pueden dar en el colegio o algún conocido, entonces por eso también se atrasa la compra", explica Jaime Pereira, de la Librería Escolma.

La compra en parte se atrasa porque muchas familias están pendientes de los libros que le puedan prestar

Pese a que la Xunta aprobó el pasado mes de abril una dotación de 17,4 millones de euros para ayudar a las familias en la adquisición de libros de texto, con ayudas entre los 140 y 210 euros en función de la renta, las familias optan cada vez más por esperar a que algún contacto, ya sea personal o vía online en plataformas de anuncios, les proporcione los manuales a un bajo precio.

Por otra parte, precisamente el Fondo Solidario de Libros de Texto creado por la Xunta limita aún más, según las librerías, la compra de nuevos manuales, puesto que promueve la reutilización de los que ya se han adquirido en otros años. Además, la Administración autonómica anunció en marzo que "alargaría la vida" de los libros de texto de 4º y 6º de Primaria y 1º y 3º de Eso hasta el cambio de ley educativa, con el fin de "evitar un gasto extraordinario en las familias".

El boom de la tecnología en las aulas es otro de los principales "enemigos" de las librerías. "Ahora con el uso de ordenadores y tablets en las clases de los cursos superiores, dejan de necesitar libros de texto, solo algún cuaderno en casos contados", explica Elena Carracedo, propietaria de la Librería Sant Yago. "Es una realidad que en las aulas hay cada vez menos libros de texto, de hecho hay colegios que prescinden directamente de ellos", apunta Jaime Pereira, de Escolma.

Por franjas, los ciclos de Infantil y Primaria son los que más ingresos generan en la compra de libros de texto ya que, según señalan las librerías, "son los cursos en los que las ayudas para la adquisición de estos manuales son más numerosas".

Desde la Federación de ANPA de centros públicos de la provincia de Pontevedra (FANPA) entienden que se produzca este retraso en la adquisición de libros. "El gasto en libros de texto es una locura, con lo cual evidentemente para las familias es un esfuerzo económico cada vez mayor y al final se quedan a expensas de la publicación de qué libros le corresponde a cada estudiante del Fondo de Libros Solidarios", explica Rogelio Carballo, presidente de la FANPA.

No podemos condicionar el desarrollo de nuestras generaciones a una industria, la del libro de texto, que se está quedando obsoleta

Además, las familias ponen sobre la mesa la "eterna cuestión" de si estos libros de texto siguen siendo un vehículo adecuado para enseñar en el siglo XXI. "Entiendo perfectamente la situación de las librerías pero tenemos que buscar una fórmula en la sociedad para que los libreros tengan una alternativa empresarial y no condicionar la formación de nuestras futuras generaciones a una industria que se está quedando en buena medida obsoleta", señala Rogelio Carballo.

El final de este mes de agosto y la entrada de septiembre servirán para perfilar con mayor precisión cuál es la situación real de la campaña de la "vuelta al cole" para este curso 2021-2022 en las librerías.

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