La Xunta abre la puerta a otra pastera en Galicia

El Foro Next Generation Galicia Movilidad Sostenible fue el escenario elegido por el presidente gallego para aludir directamente al conflicto de Ence ► Feijóo se mostró tajante afirmando que en la comunidad "caben dos pasteras" y que, si llega otras, el Gobierno gallego "le abrirá las puertas" 
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photo_camera Vista de la factoría de Lourizán. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La declaración del presidente gallego en el Foro Next Generarion, recogida por varios medios, desató este sábado la preocupación entre los trabajadores. La Xunta tiene claras sus prioridades: Ence debería quedarse en Lourizán, esa es la opción más inmediata. Y en caso de que esta posibilidad se convierta en imposible, cuestión probable si la empresa pierde ante el Supremo el recurso de casación presentado contra la anulación de su prórroga, el Gobierno sería quien debería ofrecer una alternativa (financiera y de ubicación) dentro de Galicia. Obviamente, la versión del Ministerio de Transición es divergente. Para el Ejecutivo central es la Xunta quien tendría que liderar la búsqueda de otro emplazamiento.

El problema es que Ence sostiene de manera empecinada que no hay ni una sola ubicación técnicamente viable. Asegura haber estudiado 400 y analizado en profundidad siete, entre ellas Meirama y As Pontes, los dos lugares con mayores posibilidades a priori. Ninguna le vale y así lo traslado el viernes en la Mesa de diálogo celebrada en Pontevedra.

Ante esta posición, Feijóo recordó que la Xunta presentó a los fondos Next Generation un proyecto para la fabricación de viscosa para usos textiles (Ence también la fabricará en Navia). Y afirmó que su gobierno "abrirá las puertas" a cualquier otro operador industrial en caso de que Ence renuncie a seguir en la comunidad autónoma. "En Galicia caben dos pasteras", sentenció el presidente.

"No nos gusta el lugar donde está Ence, pero cumple la normativa. La demagogia hay que alejarla del debate político, sobre todo cuando hay miles de puestos de trabajo", recalcó Feijóo tras apoyar el uso de los fondos Next Generation para "blindar" el futuro de la pastera en Galicia.

Por si quedaban dudas de la posición de la Xunta, el vicepresidente primero y líder provincial del PP en Pontevedra, Alfonso Rueda, pidió este sábado al Gobierno central y al Ayuntamiento de Pontevedra que den una "solución urgente y seria" a las 5.000 familias perjudicadas por el cierre de la fábrica.

De este modo, emplazó al Gobierno de España a que trabaje por lo que definió como "una oportunidad excelente" para demostrar que quiere llevar a cabo una transición energética "justa". Y es que Rueda lamentó que la transición energética en Galicia "para lo único que ha servido ha sido para cerrar fábricas y subir la factura de la luz".

Así lo declaró el presidente provincial de los populares y candidato a la reelección en el congreso, durante la reunión mantenida la noche de este viernes en Pontevedra con compromisarios de la ciudad que participarán en el 18º Congreso provincial del PP previsto para el próximo sábado en la capital del Lérez.

Por otra parte, Alfonso Rueda aludió al Ayuntamiento como uno de los responsables de la situación. "El municipio de Pontevedra dice que no tiene competencias para crear empleo, pero lo que está claro es que sí las tiene para destruirlo", señaló.

En esta línea, recordó que el PP comparte "preocupaciones" con los trabajadores y que su objetivo es "garantizar la continuidad de la planta en su localización actual", además de acusar al Gobierno estatal y Ayuntamiento de tener una "mínima empatía" con la plantila.

Los participantes en la Mesa de Diálogo sobre el futuro de Ence celebrada el viernes en Pontevedra convinieron en estudiar el informe de Ence sobre las alternativas de ubicación fuera de Lourizán. El Gobierno descartó buscar un encaje legal a la fábrica para su continuidad en la ría, ya que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, señaló que serán los jueces quienes dictaminen en este sentido. El problema es que la propia Ence admitió que si no pudiera quedarse en la costa pontevedresa, su "plan b" sería trasladar la producción a la planta de Navia (Asturias).

El complejo industrial cumple este lunes 58 años en la ría de Pontevedra 

En medio de la polémica por el futuro de Ence en Galicia y también en medio de la incertidumbre para los cerca de 400 trabajadores directos y casi 5.000 indirectos que dependen del complejo de Lourizán, la fábrica cumple este lunes 58 años abierta en la ría. Fue oficialmente inaugurada por Francisco Franco el 13 de septiembre de 1963, si bien las primeras decisiones técnicas sobre su creación datan de finales de 1955 y principios de 1956.

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En 1965 la firma obtiene su primera licencia de actividad y tres años más tarde, en diciembre de 1968, logra el permiso para captar sus recursos hídricos en el caudal del río Lérez. El acuerdo político que hizo posible ubicar la fábrica papelera en la ría de Pontevedra se había fraguado años atrás. Fue el gobernador civil Rafael Fernández Martínez quien confirmó formalmente la noticia en una rueda de prensa celebrada el 13 de junio de 1955.

Aparecieron entonces las primeras informaciones sobre la instalación del complejo industrial en Lourizán. El 20 de noviembre de 1955, el Boletín Oficial del Estado publicó un decreto firmado por la Presidencia del Gobierno que daba cuenta de la constitución de la empresa, aunque no fue hasta abril de 1957 cuando se formalizó la creación de la Empresa Nacional de Celulosa de Pontevedra.

El ingeniero finlandés Kaarlo Amperla visitó la zona en enero de 1956 e hizo un informe favorable. Dos meses después, el 26 de marzo de 1956, Ricardo López Molero, ingeniero jefe del Ministerio de Obras Públicas cuyo titular era Fernando Suárez de Tangil, firmó una circular sobre la ocupación del suelo por parte del Instituto Nacional de Industria (INI), presidido por Juan Antonio Suances, para la instalación de una fábrica de pasta de celulosas kraft.

En 1957, además de crearse la Empresa Nacional de Celulosa de Pontevedra, se crearon las de Huelva y Motril. Una década después, en 1968, se fusionaron las tres para formar la Empresa Nacional de Celulosas (ENCE).

El proceso de privatización de Celulosas arrancó en 1995 con la venta del 18,8% de las acciones de la Sociedad de Participaciones Industriales. Y finalizó en julio de 2001, cuando Juan Luis Arregui se hace cargo del grupo, con Caixa Galicia como socio de referencia.

Arregui presidió la compañía hasta el año 2019, cuando fue relevado en el cargo por el actual CEO de Ence, Ignacio de Colmenares. Posteriormente, en febrero de 2003, la portuguesa Quimigal adquiere el 50% de las acciones de Ence y se hace con la propiedad de Elnosa, la clorera incluida en el complejo de Lourizán. La firma lusa operó años más tarde bajo las marcas CUF y Bondalti.

Reacciones: la plantilla espera más implicación
La plantilla de Ence espera una mayor implicación de las administraciones con la empresa en la búsqueda de soluciones al empleo. Los integrantes de la Mesa se han dado un plazo para el estudio del informe presentado por Ence sobre las posibles ubicaciones (ninguna es viable según la empresa). A lo largo de este mismo mes o como muy tarde en octubre, la Mesa volverá a reunirse. Ence continúa en paralelo la tramitación de su recurso de casación ante el Supremo.

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