Reducir el ruido que genera la Estación Depuradora de Os Praceres es el objetivo de un estudio que impulsó la Xunta de forma paralela a la ejecución de la mejora de la planta. Fuentes de la Consellería de Infraestruturas confirmaron este lunes que antes de que termine el año se adjudicarán y ejecutarán varias actuaciones con ese fin en el entorno de la Edar.
Augas de Galicia realizó una auditoría de los focos de emisión evaluando la "presión acústica" en un total de cinco puntos situados en los exteriores de la depuradora y frente a las viviendas. Posteriormente, se elaboró un modelo de propagación acústica 3D para determinar cuáles son las medidas correctivas más eficientes.
Por otra parte, aseguran fuentes de Infraestruturas que durante el proceso de puesta en marcha de la Edar no se detectó ningún incidente en relación malos olores. Señalan desde la Xunta que el nuevo reactor biológico no genera olores y la ampliación de la línea de fangos está íntegramente confinada en un edificio que cuenta con un tratamiento propio de desodorización.
Este se encuentra junto a la carretera, lindando con el cierre de Eiras y en el punto más alejado de las viviendas. Pese a estas afirmaciones, algunos vecinos de Estribela denuncian de forma periódica que sí se registran fuertes olores en las inmediaciones de la Edar. La Xunta sostiene sin embargo que estas quejas "carecen de fundamento", ya que en la zona que antes generaba olores no se actuó y en la nueva las condiciones de prevención «son las máximas».
PLAN DE SANEAMIENTO. La obra de mejora de la Edar supuso una actuación en Os Praceres que contó con una inversión de 16,5 millones de euros y que, una vez teminada va mostrando resultados satisfactorios en los parámetros del agua tratada, que cumplen los requisitos de la Directiva Marco da Auga da UE, impulsando así el saneamiento de la ría con un presupuesto total de 50 millones. Jean Pierre Blanco, el ingeniero que dirigió los trabajos, explicó tras la fase de pruebas que con las actuaciones realizadas en la Edar se ha conseguido eliminar una media del 90% de contaminantes.
El proyecto se completó con la construcción de un nuevo emisario submarino, que permitiría una mejor devolución de las aguas limpias a la ría. Este contrato fue adjudicado a Copasa por un importe superior a los 10,1 millones de euros.
