La Xunta destina 18,7 millones para sanear la ría en el presupuesto de 2021

El Gobierno autonómico reserva 10,4 millones a la mejora de la EDAR y 8,3 al nuevo emisario submarino
Recreación de la ampliación de la depuradora de Os Praceres. DP
photo_camera Recreación de la ampliación de la depuradora de Os Praceres. DP

Casi 19 millones de euros para la mejora del saneamiento de la ría en los presupuestos de la Xunta para 2021. El Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo quiere convertir este proyecto en una prioridad para el año que viene, teniendo en cuenta que se trata de unas obras que incidirán directamente en los municipios de Poio, Marín, Sanxenxo y Vilaboa, además de evitar la sanción de la Unión Europea que sigue amenazando a Galicia por el mal estado del tratamiento de los vertidos al mar.

Las partida más grande, 10,4 millones, servirá para financiar la mejora de la actual depuradora de aguas residuales (EDAR) de Os Praceres. El proyecto fue adjudicado a Acciona por 12,9 millones y las primeras obras arrancaron el pasado julio. La intención es que el trabajo se complete en el verano de 2021 y, a partir de entonces, se pongan a prueba los nuevos tratamientos para que las aguas residuales que se viertan al mar cumplan con las normativas ambientales europeas y se subsanen los actuales errores. Será a mediados de 2022 cuando, si todo sucede como se espera, los índices de contaminación se verán sensiblemente reducidos.

La otra parte de la inversión de la Xunta en materia de saneamiento de la ría, 8,3 millones de euros en total, servirán para poner en marcha las obras del nuevo emisario submarino.

El proyecto, que permitirá alejar los vertidos de la ría pontevedresa, está adjudicado a la ourensana Copasa, por 10,1 millones de euros. Está previsto iniciar las obras en enero, pero la Consellería sigue aguardando los permisos necesarios de la Dirección General de Costas y la concesión estatal correspondiente. Estas autorizaciones estatales, que están sujetas a criterios técnicos, podrían volver a retrasar los plazos de ejecución del nuevo emisario. En cuanto puedan comenzar las obras, su plazo de ejecución ha sido estimado en 15 meses. La previsión es que la nueva canalización esté operativa en la primavera de 2022.

Respecto a la mejora de la depuradora, las obras se dividen en varias partes. Por un lado, la sustitución del reactor biológico de la EDAR por una tecnología más moderna y eficaz para depurar una mayor cantidad de aguas fecales. Según explicó la Consellería de Infraestructuras, el nuevo sistema empleará soportes de plástico que permanecerán en movimiento continuado desde el interior del tanque para facilitar el tratamiento de los fangos, degradados por medio de bacterias aerobias.

De ahí se pasarán a otros espacios de decantación donde se depurarán las aguas antes de su vertido al mar.

Otras dos intervenciones del mismo proyecto son la reforma del edificio de soplantes, que es la que aporta aire al reactor; y la mejora de la línea de tratamiento de fangos secundarios.

En paralelo, la concesionaria tiene ya listos los dos proyectos que renovarán la acometida eléctrica que precisa la depuradora para llevar a cabo estos cambios sin necesidad de ocupar más superficie.

Tras la construcción del nuevo emisario submarino y la mejora de la actual depuradora, el proyecto integral de la Xunta para la ría pontevedresa se fija como meta la ampliación de la EDAR. Esta propuesta recibió inicialmente el rechazo de los vecinos y la crítica del Concello pontevedrés, más partidario de nuevas depuradoras más pequeñas que de la ampliación. El proyecto sigue en fase de tramitación ambiental y, de realizarse, supondría una inversión global de más de 50 millones de euros.

La ampliación que propone la Xunta en la EDAR se ejecutaría hacia las balsas de decantación que Ence mantiene en Lourizán, para no invadir el barrio. De hecho, el diseño planteado desde el gobierno autonómico incluye un plan de integración paisajística para reducir su impacto visual, mediante el que se urbanizaría la zona y se construiría un nuevo campo de fútbol.

La Xunta prevé ejecutar esta obra en el horizonte del año 2023. Antes debería salvar la oposición del Concello de Pontevedra, tras el respaldo inicial de los de Poio, Marín, Vilaboa y Sanxenxo en la última mesa por el saneamiento de la ría.

Sanción comunitaria: una multa millonaria congelada en la UE
La conselleira Ethel Vázquez logró parar la multa que la UE tenía preparada para Galicia por el estado de los vertidos en la ría de Pontevedra. En su negociación en Bruselas, la portavoz del Ejecutivo autonómico expuso el cronograma y la planificación del saneamiento integral de la ría, Entonces el proyecto estaba en fase de licitación, pero recibió el visto bueno de Bruselas, que sigue vigilando el cumplimiento tanto de las obras como de los plazos. La multa europea partió de una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo, de 10 de marzo de 2016, que condenó a España por el incumplimiento de las directivas en cuanto a vertidos y depuración de aguas residuales en varios núcleos, entre ellos la ría de Pontevedra.

Bruselas ha dado por buenas tanto la construcción de emisario submarino como la ampliación de la actual estación depuradora de Os Praceres. No obstante, en su contestación consideraron también indispensable la futura ampliación de la depuradora para garantizar el correcto tratamiento de los vertidos al mar.

 

Pendientes de Montecelo
El saneamiento de la ría será la segunda mayor partida inversora para Pontevedra en los presupuestos de la Xunta para 2021. La primera es la obra del Gran Montecelo, el proyecto más caro de los realizados por el Gobierno autonómico en la ciudad del Lérez en los últimos treinta años. El nuevo hospital (que incluye la mejora del actual) tiene un presupuesto global de 125 millones de euros y un plazo de ejecución que rondará los cuatro años. 

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