La Xunta elegirá con criterios técnicos ocho finalistas del concurso de ideas para la reforma del Pazo de Lourizán que este jueves se anunció en el Consello de Goberno y que quedará formalmente convocado en los próximos días con la publicación de las bases en el Diario Oficial de Galicia.
Estos ocho trabajos finalistas serán elegidos a ciegas, ya que todos ellos serán presentados de forma anónima. Los participantes dispondrán de 30 días naturales para entregar sus trabajos.
Con posterioridad, la Xunta invitará personalmente a sus autores en una segunda fase del concurso para que presenten documentos en los que se desenvuelva de un modo más pormenorizado cada proyecto. Todos ellos dispondrán de un plazo de dos meses para la entrega de esos proyectos conceptuales. El ganador cobrará 48.400 euros, de los 151.520 con los que está dotado el concurso. Para la reforma del Pazo y los jardines e instalaciones anexas, el gobierno autonómico ha reservado 18 millones de euros.
La intención de la Xunta es tener resuelto este proceso como muy tarde en marzo de 2024, para iniciar la redacción del proyecto de inmediato y arrancar las obras a finales de ese mismo ejercicio, con la mirada puesta en finales de 2026 para que el nuevo Pazo de Lourizán sea reabierto al público.
Este jueves, el presidente gallego, Alfonso Rueda, elogió las "inmensas posibilidades" de este espacio y anunció que albergará la sede del Archivo Histórico de Montes de Galicia y la Biblioteca Forestal gallega, además de habilitar un espacio para la exposición del herbolario y bichero existentes en el centro, así como el amplio muestrario de secciones de troncos de árboles.
La superficie sobre la que se actuará ocupa 46,5 hectáreas que incluyen cuatro parcelas catastrales. La rehabilitación integral permitirá, según señaló la Xunta este jueves, "crear un ecosistema de conocimiento y divulgación, a partir de la recuperación de un espacio de alto valor histórico-natural que será reforzado como polo de estudio e investigación multisectorial".
El apartado docente e investigador tendrá, según anunció la Xunta, un marcado carácter divulgativo y también lazos colaborativos con el sector empresarial, que tendrá presencia en las instalaciones a través de incubadoras y aceleradoras de empresas forestales. El esquema participativo se completa con las universidades gallegas, que también formarán parte del nuevo proyecto.
La intención es recuperar la atracción de las visitas del público reforzando la relevancia histórica del Pazo. Está propuesta una reordenación paisajística y la creación de un centro multiusos. Además, estos usos divulgativos y expositivos se complementarán con los turísticos, asentados en el propio Pazo y que permitirán avanzar en su reapertura a la sociedad. De hecho, la Xunta anunció este jueves que en próximas fechas se iniciará una ronda de visitas guiadas al complejo.
El Pazo se convertirá en la pieza central del conjunto. El futuro proyecto reordenará sus usos, mejorará los caminos y viales de acceso, los aparcamientos y los servicios, de forma que queden separadas las áreas de investigación, las de residentes y las de los visitantes.
La reforma restaurará los edificios, abrirá al público los invernaderos y, además de englobar los elementos científicos, el diseño paisajístico pondrá en valor los árboles históricos del recinto, el entorno recreativo y el jardín botánico, reconocido por la prestigiosa red de jardines iberomacaronésicos.
Alfonso Rueda insistió en que la convivencia entre ciencia, innovación, divulgación y formación se hará compatible con los aprovechamientos hostelero y de restauración, ligados a la atracción de un publico orientado al ecoturismo cultural y paisajístico.