La Xunta ha incluido cuatro carreteras que pasan por el municipio de Pontevedra en su plan de acción contra el ruido, que tiene como objetivo llevar a cabo distintas medidas de calmado de tráfico. Entre ellas figuran la puesta en marcha de limitaciones de velocidad, señalización, semáforos u otro tipo de intervenciones, como la reparación del firme o la instalación de barreras acústicas.
La actualización de este informe, que ahora está en fase de exposición pública, señala tres viales en los que hay que tomar medidas. Son la VG-4.4, que es el que va desde la avenida de Vigo hasta el nudo de Celulosas, pasando por Lourizán. Esta carretera toca los concellos de Pontevedra y Marín y la zona incluida en el plan autonómico es de 8,96 kilómetros.
El informe añade también la PO-225, que une las carreteras de Vilagarcía (PO-531) y de Santiago (N-550). Este vial mide 1,08 kilómetros de longitud y ha sido reformado recientemente gracias a la instalación de una senda peatonal para mejorar la seguridad vial en la parroquia de Alba.
En la PO-531 la Xunta señala un tramo de intervención de 18,8 kilómetros que abarcaría a siete localidades: Pontevedra, Poio, Barro, Meis, Portas, Vilanova e Caldas. Por último, la Axencia Galega de Infraestruturas identifica otro punto de intervención: la PO-542, que es el vial que pasa por la parroquia de Marcón. En este caso se identifica un tramo de 3,66 kilómetros en dirección hacia O Pino y hacia el ramal de la PO-10.
La relación que el Gobierno gallego ha sometido a información pública a través del Diario Oficial de Galicia señala un total de 38 viales en la provincia de Pontevedra.