La Xunta, a través del Consorcio Gallego de Servicios de Igualdad y Bienestar, ha anunciado este miércoles que obligarán a la empresa Freire Chico S.L. a cambiar los proveedores de comida de todas las escuelas infantiles públicas –unas 80– que gestiona después de que se detectasen varios casos de alergias alimentarias en las provincias de A Coruña y Pontevedra.
Este nuevo brote, confirmado este miércoles, sucede al anterior, en el que los análisis confirmaron que la palometa que presuntamente provocó las intoxicaciones leves en menores contenía valores elevados de histaminas.
En un comunicado remitido a los medios, el Gobierno gallego indica que esta medida preventiva “se implantará tanto en las escuelas infantiles en las que hubo algún niño que tuviese alguna reacción alérgica leve como en las que no registraron ninguno de estos casos” y advierten de que esta medida puede conllevar modificaciones en algunos de los menús previstos.
A partir de este jueves, y de forma indefinida, -añaden- los productos de cocina “dejarán de estar suministrados por proveedores centralizados y pasarán a comprarse en establecimientos de proximidad” a las escuelas que cuenten con los permisos y acreditaciones de trazabilidad exigidos.
Del mismo modo, informan de que prosiguen las investigaciones de los técnicos de Sanidad, que “están analizando las muestras de comida que se sirvió los días en que hubo reacciones alérgicas” y que han llevado a cabo inspecciones en la sede de la empresa concesionaria.
En cualquier caso, desde el Ejecutivo autonómico quieren transmitir “tranquilidad a las familias” dada la levedad de las reacciones alérgicas registradas, aunque también dejan patente que episodios de este tipo “son intolerables” y, por ello, tomarán “las medidas necesarias”.
