La Xunta acaba de iniciar el reasfaltado de un tramo de la carretera vieja de Marín, la denominada PO-546. La obra cuenta con un presupuesto cercano a los 46.000 euros y afecta a 160 metros de este vial que une Pontevedra con el concello morracense.
El delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, comprobó este jueves el inicio de la actuación de refuerzo del firme. Lo hizo en compañía del jefe territorial de Infraestruturas e Mobilidade, José Luis Díez, y del director de la obra, Alfonso Tenorio.
El Gobierno gallego informó este jueves a través de un comunicado de prensa de que el objetivo de los trabajos es la rehabilitación estructural de la carretera, que se encuentra "moi afectada polo tránsito de vehículos". El mal estado de este vial ha provocado numerosas quejas en los últimos años, tanto por parte de vecinos como de usuarios. Especialmente beligerantes se han mostrado colectivos ciclistas como Pedaladas, que advirtieron de los peligros de transitar por la carretera vieja de Marín.
Aquellas protestas derivaron en una mejora parcial por parte de la Xunta en la zona a través de la instalación de señales de tráfico que recuerdan a los conductores la obligación de guardar la distancia mínima de 1,5 metros con las personas que circulan por la PO-546 en bicicleta.
Los trabajos en el lugar conllevan el corte del tráfico rodado en uno de los carriles, el del lado izquierdo, donde se están llevando a cabo las tareas de fresado para el posterior pavimentado. "Pedimos comprensión ós condutores, aínda que somos conscientes dos inconvenientes que ten sempre o corte dun carril, por iso intentaranse axilizar o máximo posible as obras, que teñen un prazo de execución dun mes pero que estarán rematadas, se o tempo o permite, en preto de dúas semanas", afirmó Cores Tourís.
La obra también incluirá la reposición de cinco tapas de servicios.
