La Xunta quiere avanzar en el proyecto de saneamiento y depuración de la ría de Pontevedra, pero plantea hacerlo con la colaboración económica del Estado. Así lo trasladará la conselleira de Medio Ambiente al Ministerio de Transición Ecológica durante la reunión que celebrarán en las próximas semanas. La noticia de este inminente encuentro la dio a conocer este miércoles el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, tras solicitar la colaboración de todas las administraciones para solventar posibles problemas de abastecimiento en la ciudad como el ocurrido a finales de 2017.
El alcalde vigués afirmó que el Ministerio le trasladó su disposición a "abordar una solución definitiva al problema en el plazo de tiempo más breve posibles". Y es precisamente el marco de esta reunión el que la Xunta pretende aprovechar para plantear al Ministerio de Transición Ecológica la conveniencia de abordar al mismo tiempo las obras necesarias para resolver la limpieza y el saneamiento de la ría de Pontevedra, con los municipios de Marín, Poio y Sanxenxo incluidos. Estas actuaciones, que entre otras cosas incluyen la necesaria ubicación de nuevas depuradoras en Poio o Sanxenxo, llevan años bloqueadas por una falta de acuerdo para la ubicación de estos equipamientos. Ahora, la Xunta reclama la colaboración económica del Gobierno central, de la que se había hablado en el último mandato de Mariano Rajoy, pero que no llegó a materializarse.
El miércoles, la conselleira Beatriz Mato habló de abordar también en su cita de trabajo con el Ministerio las actuaciones necesarias sobre el saneamiento y depuración de A Illa de Arousa, el eje Sanxenxo-Poio y Ponteareas, además del saneamiento de Santiago, actuación declarada de interés general del Estado y crucial para garantizar la calidad del río Sar.
Lo cierto es que el proyecto de saneamiento de la ría de Pontevedra acumula un notable retraso. En la última reunión del Plan de Saneamiento , celebrada en mayo, Augas de Galicia propuso "duplicar" la capacidad actual de la depuradora de Lourizán, una obra que teóricamente iba a ser licitada antes de final de año.
Además, otra de las infraestructuras clave en el Plan de Saneamento Local de la ría es la construcción del nuevo emisario submarino, una tubería que tendrá 3,6 kilómetros de longitud y capacidad para evacuar hasta dos metros cúbicos por segundo "de augas depuradas". El anteproyecto de esta obra fue presentado a las cofradías, que propusieron una ampliación para reducir las afecciones en los polígonos marisqueros.
